Murió en Cali una Policía de Nueva York luego de una cirugía estética
La mujer se práctico una liposucción y un levantamiento de glúteos. Su esposo y familia piden una exhaustiva investigación.
Una detective de la Policía de Nueva York perdió la vida en Cali tras someterse a un procedimiento estético.
La víctima fue identificada como Alicia Stone, de 40 años, una oficial con más de una década en el Departamento de Policía de Nueva York.
Había llegado a la capital del Valle del Cauca el 16 de octubre, buscando practicarse una liposucción y un levantamiento de glúteos, procedimientos que combinados elevan el riesgo médico.
Stone se hospedó en un hotel al sur de Cali mientras se recuperaba del procedimiento. Días después, empleados del lugar la encontraron inconsciente en su habitación.
Aunque fue trasladada de urgencia a la Fundación Valle del Lili, los médicos confirmaron su fallecimiento por un presunto paro cardiorrespiratorio.
Sin embargo, la versión médica no termina de convencer a su esposo, Michael Stone, quien pidió a las autoridades estadounidenses y colombianas que esclarezcan lo ocurrido. “Algo no cuadra”, dijo
La Fiscalía General de la Nación asumió la investigación y busca establecer si hubo negligencia médica o irregularidades en la atención postoperatoria.
Turismo estético
El caso reabre el debate sobre el turismo médico en Colombia, uno de los países con mayor demanda en cirugías estéticas por parte de extranjeros.
Según el gremio de cirujanos plásticos, cada año más de 40 mil personas viajan al país para realizarse procedimientos de este tipo, atraídos por los precios más bajos y la reputación de sus especialistas.
No obstante, detrás del auge hay una cara más oscura: falta de seguimiento posoperatorio, hospedajes sin control clínico y riesgos mortales en procedimientos combinados.
En los últimos tres años, el Ministerio de Salud ha registrado un aumento en las muertes asociadas a cirugías estéticas practicadas en clínicas sin habilitación o sin acompañamiento médico continuo.
Un final inesperado
Alicia Stone no era una turista cualquiera. Pertenecía a la unidad de Asuntos Internos del NYPD (Policía de Nueva York) donde se desempeñaba como investigadora.
Su cuerpo será repatriado a Estados Unidos en los próximos días, mientras su familia insiste en conocer las condiciones exactas de su muerte.
En paralelo, el caso abre un nuevo capítulo en la discusión sobre la responsabilidad médica y la regulación de las clínicas que atienden a extranjeros.
Una llamada de alerta
El fallecimiento de la detective Stone no solo conmociona por su perfil, sino porque refleja un fenómeno global: la obsesión por la cirugía rápida y los estándares de belleza extremos.
Cali, reconocida como uno de los principales destinos de turismo estético en Latinoamérica, vuelve a estar en el centro de la controversia.
Mientras las autoridades cruzan información y la autopsia oficial arroja resultados, el caso deja una lección que trasciende fronteras: la búsqueda de belleza puede costar la vida cuando se descuida la seguridad médica.