Luna Barreto: «El miedo se transforma cuando hay justicia»
Tras su liberación y regreso a Colombia, la activista boyacense Luna Barreto reflexionó sobre su experiencia en Gaza y el aprendizaje que le dejó el pueblo palestino: convertir el miedo en fuerza para la resistencia y la esperanza.
Luna Valentina Barreto Arango estará unos días en Jordania al lado de su esposo y amigos, posteriormente, viajará a Sogamoso a reunirse con su familia / Foto: Suministrada.
Tras su regreso a Colombia, la joven sogamoseña Luna Barreto rompió el silencio luego de haber sido retenida por el ejército israelí durante una misión humanitaria con destino a Gaza.
Desde Bogotá, Luna compartió reflexiones sobre su experiencia y el aprendizaje que le dejó su cercanía con el pueblo palestino. «...El miedo es algo que he aprendido, que me han enseñado los palestinos a procesar. He vivido muy cerca el genocidio, y he aprendido de los niños que el miedo se puede manejar cuando hay un sentido fuerte de identidad y de justicia...», expresó.
La activista, quien residía en Jordania junto a su esposo palestino, hizo un llamado a la educación y al entendimiento entre los pueblos. «...Esta es una lucha por la autonomía, la liberación de un pueblo oprimido, y eso no es indiferente a nuestras realidades en Colombia. Debemos abrir espacios de educación civil para entendernos dentro de esas realidades, porque los árabes y los palestinos son más hermanos de nosotros de lo que imaginamos...», señaló.
Barreto también cuestionó la actuación del Estado de Israel y las consecuencias de la ocupación sobre la población civil. «...Israel es un ente de ocupación que ha pasado por encima de los derechos humanos, no solo del pueblo palestino, sino también de cientos de personas de distintos países. Es una tragedia que siga siendo reconocido como un Estado, a pesar de todos los crímenes que ha cometido...», afirmó con firmeza.
Sobre su futuro, Luna aseguró que su regreso a Colombia representa una oportunidad para reconstruir y compartir lo vivido. «...Siempre quise volver, porque hay mucho por reconstruir. Mi identidad nunca se fue. Los migrantes a veces se sienten solos y pierden su sentido de pertenencia, pero debemos trabajar en eso y construir puentes entre quienes hemos vivido el desarraigo. Estoy buscando una mejor oportunidad para sobrevivir lo que pasó y seguir adelante...», concluyó.