Corte deja en firme condena contra rectora que emprendió persecución contra Sergio Urrego

JUSTICIA

La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia decidió no admitir una demanda presentada por Amanda Azucena Castillo, rectora del colegio donde estudiaba Sergio Urrego, el joven que se quitó la vida por discriminación y acoso en esa institución.

La demanda buscaba rebajar la pena contra la rectora, por el contrario, la Corte dejó en firme la condena contra Castilo, pues se logró probar que manipuló pruebas contras Urrego, a quien recordemos, ella quería denunciar por considerarlo un presunto “acosador” por cuenta de su orientación sexual.

“Actuó siempre como directa interesada en las resultas del trámite administrativo al interior del plantel y fue quien constriñó a la encargada del libro de bitácora y a la joven que registró en su celular la imagen de todo lo sucedido, para que se introdujeran afirmaciones mendaces en el libro y se modificara la atestación rendida inicialmente por el estudiante", indica la Corte.

Además, para el magistrado Diego Eugenio Corredor, la rectora interfirió en las labores investigativas de la Fiscalía.

“Limitó la posibilidad de que la Fiscalía obtuviera datos importantes, una vez adelantadas las diligencias de inspección judicial, como la declaración inicial de María Camila Tinjacá, que permitía demostrar la relación afectiva que existía entre ambos jóvenes y descartar, así, la connotación de acosador que se imprimió sobre Sergio Urrego", indica Corredor.

Recordemos que Castillo fue condenada por el Tribunal de Bogotá a 8 años de prisión domiciliaria por el concurso homogéneo del delito de falsa denuncia contra persona determinada, en concurso heterogéneo con el punible de ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio.

En este caso, se logró probar como la rectora acusó de forma injusta de “acosador” a Sergio Urrego, lo que lo llevó a quitarse la vida el 04 de agosto de 2014.

¿Qué fue lo que le pasó a Sergio Urrego?

Sergio vivió una pesadilla las últimas semanas de su vida. Intensos dolores de cabeza comenzaron a aparecer. Sus padres conocían la tristeza por la que el joven pasaba. Su amor y apoyo rodearon su vida, pero Sergio enfrentó situaciones que no soportó.

Todo comenzó luego de que el joven cumplió el reto que una amiga le había colocado. Tuvo que besarse con Danilo Pinzón, el chico del que en secreto estaba enamorado.

Durante el beso su amiga decidió tomar una fotografía con su celular. Poco después, un profesor se percató de lo que sucedía y ambos jóvenes tuvieron que visitar a la psicóloga escolar para aclarar porqué dos hombres se habían besado.

El beso entre Sergio y Danilo fue calificado por el Gimnasio Castillo Campestre como un “gesto obsceno”. Los padres de Sergio, Alba y Roberto, lo escucharon y su decisión fue brindarle apoyo.

Mientras tanto, los padres de Danilo tuvieron que visitar el colegio. Allí, la rectora Amanda Azuzena Castillo les expresó su preocupación y les indicó que de no denunciar a Sergio por abuso, Danilo no tendría grado.

Fue entonces cuando los dolores de cabeza causados por la preocupación de Sergio aparecieron. Los padres en apoyo a su hijo interpusieron una denuncia ante la Secretaría de Bogotá en el mes de julio de aquel 2014.

El lunes 4 de agosto Sergio conversó con su madre minutos antes de fallecer. Su conversación fue por teléfono, pues su mamá estaba en el Aeropuerto de Cali esperando que su avión despegara hacia Bogotá. Él le expresó que deseaba descansar y que no deseaba más esos dolores de cabeza.

Tras finalizar la conversación con su madre, Sergio decidió saltar desde la plazoleta que está ubicada en el Centro Comercial Titán Plaza. El joven fue llevado a urgencias a la clínica Shaio, pero su cuerpo no resistió.