“La presentación del papa demora, ya que hay una serie de rituales que debe hacer”: Manuel Sánchez
En 10AM de Caracol Radio habló Manuel Sánchez, vaticanista, quien hablo de la nueva elección del papa y los rituales que debe hacer el sumo pontífice antes de presentarse al público
Como es tradición, Roma responde con un entusiasmo inmenso a este momento histórico que, aunque cíclico, nunca deja de conmover y sorprender. La elección de un nuevo papa es un acontecimiento que, por su solemnidad y simbolismo, sigue despertando una emoción única tanto en la ciudad como en el mundo entero.
En esta ocasión, el humo blanco apareció tras la cuarta votación de los cardenales reunidos en la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que la Iglesia ha elegido a su nuevo pontífice. Sin embargo, desde el instante en que la fumata blanca se eleva, siempre transcurre aproximadamente una hora antes de que el nuevo papa aparezca ante los fieles. Durante ese lapso, se desarrolla una serie de rituales y procedimientos esenciales que marcan este momento trascendental.
Primero, el cardenal decano se acerca al elegido para preguntarle si acepta la elección y, en caso afirmativo, le pide que indique el nombre que ha escogido como pontífice. Posteriormente, el nuevo papa se retira a la llamada “sala de las lágrimas”, un espacio reservado para la oración personal, el recogimiento y la reflexión, donde también se reviste con la sotana blanca papal que simboliza el inicio de su ministerio.
A continuación, el nuevo pontífice recibe el saludo y la obediencia de todos los cardenales presentes, quienes se acercan uno a uno para rendirle homenaje. Superado este momento, llega el instante esperado: el cardenal protodiácono sale al balcón central de la Basílica de San Pedro y pronuncia la fórmula solemne “Habemus Papam”, anunciando al mundo el nombre del elegido y el nombre que ha adoptado como papa.
Finalmente, el nuevo pontífice aparece ante la multitud congregada en la Plaza de San Pedro para impartir su primera bendición Urbi et Orbi, marcando así el inicio de su pontificado y de una nueva etapa en la historia de la Iglesia.