Cuándo podría haber nuevo Papa: Así será el cónclave para elegir representante de Iglesia Católica

La última vez que los miembros del Colegio Cardenalicio tuvieron que reunirse para selección papal fue en 2013, cuando Benedicto XVI renunció al cargo. En esa ocasión, hace doce años, el anuncio “Habemus papam” en latín tardó dos semanas hasta que en la Plaza de San Pedro del Vaticano se informó que el argentino Jorge Mario Bergoglio sería el nuevo Papa, nombrado como Francisco.

Sin embargo, ¿Cómo es el proceso para la sucesión papal? ¿Qué tiene que ver el llamado cónclave en esto? El desarrollo de este cambio del obispo de Roma ha cambiado a lo largo de los siglos de historia en los cuales ha estado presente.

La elección del Papa

Tras la muerte o abandono de un Papa, el Colegio Cardenalicio, que cuenta con 252 miembros cardenales se deben reunir, de estos 138 son votantes porque tienen 80 o menos años y 114 son no electores, tienen 80 o más años. A dicho encuentro se le llama cónclave, donde la función principal es votar por el nuevo representante de la iglesia.

Esta posibilidad de elección no fue así en un principio, previamente la opinión popular era una de las causas principales para elegir al nuevo Papa en el Siglo XI, sin embargo el consenso era muy poco común.

El Papa Nicolás II, en 1509 radicó un mandato que estipulaba a los cardenales obispos como los electores del próximo Papa. De esta forma, se impidió la influencia del clero y la aristocracia romana en las decisiones del Vaticano. El Colegio Cardenalicio se establecería en 1160.

Posterior de 15 a 20 días que la vacante del Papa queda ausente, el cónclave inicia. A lo largo del siglo XX se conformaron las reglas para este proceso electoral. Por ejemplo, en 1922 se estableció este tiempo para la preparación de los cardenales obispos de todo el mundo para llegar a Roma, todos participan en electorado y todos son candidatos al trono católico.

De acuerdo con John Thavis, escritor y experto papal, durante la instancia del cónclave en 2013, declaró que los obispos cardenales son “muy cuidadosos de no decir nada que parezca estar haciendo campaña.”

En el momento que el Colegio Cardenalicio es reunido en la Capilla Sixtina (creación del artista renacentista Miguel Ángel) no salen hasta que haya nuevo Papa, a menos de eventos fuera de lo normal. Toda la ceremonia es de alto secreto, muy pocas personas pueden tener contacto con los cardenales electores.

Hay tres fases para la votación, el “preescrutinio” donde se distribuyen las papeletas, el escrutinio en el cual se hace la elección y el postescrutinio donde se hace el reconteo y se queman los papeles. El primer día se realiza una votación inicial; si no hay elección, se celebran hasta cuatro votaciones diarias, quemando las papeletas fallidas y apareciendo el humo negro, representa que aún no hay Papa.

Si tras tres días no se elige al nuevo heredero de San Pedro, se dedica un día a la oración, y si este ciclo se repite siete veces, se lleva a cabo una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados. Por lo tanto la elección dura el tiempo que sea considerado necesario por el Colegio.

Todo este proceso concluye con la fumata o humo blanco, lo cual significa que hay nuevo máximo representante de la Iglesia Católica, esta práctica se estima a finales del siglo XIX o principios del XX.

La última vez que se eligió un papa

En 2013, este proceso de elección fue transmitido por alrededor de 68.000 cámaras y miles de feligreses en la Plaza de San Pedro. Antes de que apareciera el humo blanco del Vaticano, se vieron cuatro columnas de humo negro. Pocas horas antes, una gaviota blanca se posó en la chimenea, lo que muchos interpretaron como una señal de esperanza de que la espera por un nuevo Papa estaba por terminar. Dicho elegido al trono católico terminó siendo el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco