Más de 70 tatuadoras denunciaron años de acoso de un extranjero que está en Medellín
Después de cuatro años de mensajes con imágenes explícitas, las mujeres del gremio conocieron que el estadounidense está en la capital antioqueña.

Más de 70 tatuadoras denunciaron el acoso sexual de un extranjero que está en Medellín. Foto: Cortesía.
Medellín
Un extranjero estaría detrás de la angustia de más de 70 mujeres tatuadoras que denunciaron públicamente ser víctimas de cuatro años de acoso sexual en redes sociales.
La historia, aunque larga de tiempo, parece quedarse corta en soluciones para las tatuadoras y perforadoras de Medellín, Bogotá, Cali, Manizales y otras ciudades de donde, con los días, se reportan más posibles víctimas.
El acoso comenzó en 2020, cuando un mensaje de Instagram, disfrazado de una cotización de tatuaje, se transformó en imágenes explícitas, como fotos o videos de Andrés Ruocco, masturbándose o posando desnudo.
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Lo que pareció ser una mala experiencia de una tatuadora, pasó a ser un malestar colectivo, cuando en un grupo de WhatsApp de esta comunidad, decenas de mujeres reconocieron el perfil, que incluso, llegó a intimidar a una menor de 12 años de Bogotá, conocida en redes sociales como la tatuadora más joven de Colombia.
“Llevamos cuatro años escribiéndole a todos los entes que conocemos para que nos ayuden y resulta que no podemos hacer nada porque el tipo reside en Estados Unidos, es de la Armada. Incluso le contactamos a su trabajo, le escribimos en su trabajo, les dijimos miren esta persona es esto, es un entrenador, tiene un gimnasio y nadie nos ayudó. Esta denuncia no ha llegado de ningún lado, solamente somos nosotras que venimos cuatro años bloqueando los perfiles de este man”, expresó Susana Moncada, la artista que dio a conocer el caso por medio de un video de denuncia.
Una amenaza en Medellín
La incomodidad y malestar por los mensajes de acoso sistemático, dieron un giro de alarma cuando las artistas conocieron que el estadounidense estaba en Medellín. El temor a que el hombre visitara alguno de los establecimientos las llevó a, por segunda vez, a denunciar ante la Fiscalía General de la Nación y pedir ayuda de la institucionalidad.
La Secretaría de las Mujeres señaló que ha brindado un acompañamiento integral en el caso, poniendo a disposición la atención psicológica y jurídica en el mecanismo de defensa técnica.
“Se realizó el impulso del caso en la Fiscalía para avanzar en las investigaciones correspondientes y adicionalmente se hizo una solicitud a migración para la consideración de medios administrativos con la Embajada de Estados Unidos. Se estableció también un enlace con la Patrulla Púrpura para que en caso de materializarse algún riesgo para alguna de las mujeres tatuadoras, la víctima reciba un acompañamiento y protección”, indicó Valeria Molina, secretaria de las Mujeres de Medellín.
Sin embargo, las artistas aseguran que la oferta institucional no ha sido suficiente, pues advierten que no hay cambios realmente significativos y que las medidas de protección que hoy tienen, han sido fruto de su propia autogestión; lo que las sigue poniendo en una situación de riesgo.
Andrés Ruocco fue visto por última vez el viernes 14 de febrero en un hotel de Envigado donde se hospedaba, ubicación que fue compartida a la Secretaría de Seguridad de Medellín. No obstante, las tatuadoras aseguraron que posterior a eso, no han recibido ninguna información de avance en un proceso hacia el extranjero.
“Necesitamos resultados reales. Somos 70 tatuadoras que estamos en este grupo y que estamos unidas con denuncias legales. ¿Qué va a hacer la Alcaldía para ayudarnos a nosotras? Necesitamos garantías reales para sentirnos seguras en nuestros negocios", recalcó la tatuadora Susana Moncada.
La conclusión de la denuncia sigue en el aire. Tatuadoras y perforadoras de varias ciudades del país exigen apoyo urgente ante el acoso del extranjero que por años se obsesionó con las mujeres del gremio, esperando que la alerta no pase de ser preventiva a un hecho violento que se tenga que lamentar.