La Defensoría del Pueblo ya había alertado de lo que podía pasar con los grupos armados en Catatumbo

Bogotá

Ante la escalada de violencia en Catatumbo, Norte de Santander, la Defensoría del Pueblo expresa su profunda preocupación por las confrontaciones entre el Frente 33 de las disidencias y el ELN. Este conflicto armado ha generado una grave vulneración de derechos humanos en los municipios de esta zona del país. Esta entidad asegura que se prevé un desplazamiento masivo de las comunidades, lo que agudizará la crisis humanitaria en esta región.

Pero además, la Defensoría del Pueblo ya había advertido sobre el riesgo en Catatumbo, Norte de Santander, por la disputa territorial de los grupos armados, lo hizo a través de dos alertas tempranas emitidas en el año 2021 y en noviembre de 2024. Allí se dieron una serie de recomendaciones a las autoridades locales y nacionales, pero no fueron acatadas.

Esta entidad reitera una vez más la necesidad de que las autoridades acaten estas alertas y actúen de manera inmediata y efectiva para garantizar la protección de estas comunidades que quedan en medio del fuego cruzado de estos grupos armados en confrontación.

La Defensoría del Pueblo mantiene un monitoreo constante de la situación en terreno y está en comunicación directa con las comunidades y las autoridades locales para eventualmente adoptar acciones integrales de atención, protección y acompañamiento a la población civil.

Esta entidad protectora de los derechos humanos le hace un nuevo llamado a los actores armados para que cesen los enfrentamientos que ponen en riesgo la vida, la integridad y el bienestar de la población civil.

Además, le pide al Gobierno Nacional a redoblar esfuerzos para garantizar la asistencia humanitaria y la restauración de los derechos de las comunidades que son las afectadas directas por el conflicto armado.