Todo puede ser un riesgo, se necesita educación y prevención: Víctima de trata de personas

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) se ha referido a la trata de personas como un problema de talla mundial. Además, lo ha calificado como “uno de los delitos más vergonzosos que existen, ya que priva de su dignidad a millones de personas en todo el mundo.”

La misma organización ha explicado que en este delito los tratantes crean toda una estrategia para engañar a mujeres, hombres y niños de todo el planeta. Una vez las víctimas están bajo el control de los delincuentes, son sometidas diariamente a la explotación. “Si bien la forma más conocida de trata de personas es la explotación sexual, cientos de miles de víctimas también son objeto de trata con fines de trabajo forzoso, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o extracción de órganos.”

Por su parte, el Ministerio del Interior comentó que, según la legislación colombiana, en este delito se enfocan esfuerzos “para la captación, traslado, acogida o recibida de personas dentro o fuera del territorio nacional con fines de explotarlas”. De esta forma, este delito es una “violación a los derechos humanos y una vulneración a la dignidad.”

Igualmente, la UNODC aclaró que los tratantes ganan grandes sumas de dinero con este delito, por lo que “consideran a las personas meras mercancías, objetos que pueden ser explotados y comerciados para lucrar con ellos.”

¿Con que fines se realiza la trata de personas en el país?

En el país, según la cartera del Interior, la trata tiene varios motivos con fin de explotación:

• La prostitución ajena u otras formas de explotación sexual
• Los trabajos o servicios forzados
• La esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud
• La servidumbre
• La explotación de la mendicidad ajena
• El matrimonio servil
• La extracción de órganos
• El turismo sexual
• Otras formas de explotación

La experiencia de una víctima:

En Caracol Radio estuvo Susan Abella, una víctima de trata de personas que fue vendida a los 19 años por unos paramilitares. Pese a que Abella fue víctima, reconoció que hoy en día se hace un esfuerzo importante para que este delito sea conocido y se eviten futuras víctimas. “Yo fui una víctima, como muchas niñas, de la venta para la explotación sexual. Pero, hoy, gracias a las campañas se visibiliza más este delito. Antes se naturalizaba y por eso es que hago activismo desde hace años”.

Por otro lado, indicó que las víctimas de este delito nunca tienen la culpa, tal como se suele pensar. Es por esto que sugiere mayor difusión sobre este tema para que la ciudadanía en general pueda tomar medidas. “La responsabilidad no está en las niñas. La educación y la sociedad debe indicarles que todo puede ser un riesgo, cuando se previene se le quita la responsabilidad a las niñas”

Sobre su experiencia, explicó que una vez quedó en libertad, recurrió a la justicia para que la reconocieran como víctima, pero este proceso tardó años dado al desconocimiento del delito por parte de las mismas autoridades. “Lo más grave no fue ser víctima, lo grave es la voz de la sociedad. El desconocimiento del delito, pasaron cinco años para que me reconocieran como víctima”

Finalmente, quienes busquen ayuda pueden recurrir a la fundación de Susan, Toma mi mano