Entregaron a sus familiares cuerpo de adolescente que murió en el 2010 en Montecristo
Los restos fueron recuperados durante la intervención forense que adelantó la UBPD en el cementerio Santa Cruz de Manga, en Cartagena
El trabajo articulado de los equipos territoriales Sucre - Bolívar y Antioquia de la Unidad de Búsqueda hizo posible que la familia de Gladis Estela Pérez Cuadros recibiera su cuerpo para inhumarlo de manera digna.
La última vez que la familia de Gladis Estela Pérez Cuadros tuvo contacto con ella fue el primero de diciembre de 2009. Desde que salió de su casa, a la edad de 15 años, llamaba ocasionalmente a sus parientes. “Me demoré mucho para saber de ella. Luego, un señor me contó que había fallecido, pero no sabía dónde había quedado su cuerpo. Yo no podía creer que Gladis estuviera muerta”, relató Normandina Cuadros cuando recibió dignamente el cuerpo de su hija por parte de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).
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La entrega digna e inhumación del cuerpo de Gladis tuvo lugar en Puerto Valdivia, un corregimiento del municipio de Valdivia, en Antioquia. En este pequeño poblado, a orillas del río Cauca, Normandina recordó a su hija como una muchacha obediente, que aprendió a trabajar desde la infancia. “Nosotros éramos muy pobres, la madrina le buscó un trabajito en una casa de familia en Yarumal. Allí trabajó hasta los 15 años, nos colaboró mucho. Luego, se regresó para la finca”.
La casa de la familia Pérez Cuadros quedaba en Organí, una vereda del corregimiento El Aro, en el vecino municipio de Ituango. Allí, Normandina y su esposo Fidel tuvieron 10 hijos, Gladis era la mayor. Vivían de la agricultura y del jornal en las fincas vecinas. Pero un año después de que su hija regresara, la vida cambió para siempre. “Un día llegamos a la casa a buscar el almuerzo y Gladis no estaba”.
Tiempo después, la familia comenzó a recibir las esporádicas llamadas de Gladis y su madre sintió algo de consuelo. La violencia obligó a los Pérez Cuadros a desplazarse de su finca y así llegaron a Puerto Valdivia, donde Normandina enviudó y empezó a trabajar haciendo arepas, morcilla y chorizos.
Lo que devastó a Normandina fue la noticia sobre la muerte de su hija. “Cuando le dijeron que posiblemente Gladis estaba muerta, mi mamá cambió. Ella era una señora muy aliviada, pero después se enfermó mucho. Incluso, le dio un infarto y tiene que estar con tratamiento médico”, relató Dora Lenis, hermana de Gladis.
Fue el trabajo articulado entre las territoriales Sucre – Bolívar y Antioquia de la Unidad de Búsqueda el que hizo posible que la familia Pérez Cuadros recibiera el cuerpo de Gladis. Además de los aportes de la Corporación Humanitaria Reencuentros, conformada por excombatientes de las extintas Farc–EP que se dedican a la búsqueda de personas dadas por desaparecidas con ocasión del conflicto armado.
La investigación humanitaria y extrajudicial adelantada por la territorial Sucre – Bolívar de la Unidad de Búsqueda estableció que Gladis murió en hostilidades el 6 de julio de 2010, en zona rural de Montecristo, en Bolívar, y en límites con Nechí, en Antioquia. Su cuerpo fue recuperado el 22 de marzo de 2024 durante la intervención forense que adelantó la UBPD en el cementerio Santa Cruz de Manga, en Cartagena
Durante esta intervención, un equipo interdisciplinario conformado por la Unidad de Búsqueda, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses y Luis Fondebrider, experto internacional en antropología forense, llevó a cabo un procedimiento de verificación de correspondencia de información post mortem.
El procedimiento consistió en comparar la información forense del cuerpo recuperado con los datos de la necropsia, en la que Gladis fue identificada a través de sus huellas dactilares, para verificar que se trataba de la misma persona. La verificación resultó positiva. Por eso, la Unidad de Búsqueda asumió la custodia del cuerpo y en agosto pasado, cinco meses después de su recuperación, realizó el acto de entrega e inhumación digna con la familia Pérez Cuadros.