CCI apoya liquidación de proyectos no funcionales y respalda vigencias futuras de 2025
El presidente de la Cámara apoya la liquidación de contratos de obras estancadas y celebra la preservación de las vigencias futuras como un mecanismo clave para impulsar la infraestructura en Colombia.
En el marco del congreso de Colfecar 2024 , Juan Martín Caicedo, presidente de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), expresó su respaldo al gobierno frente a la posible liquidación de proyectos que no han avanzado, destacando que las vigencias futuras, un instrumento clave para la financiación de proyectos de infraestructura, se mantienen intactas en el Presupuesto General de la Nación para 2025.
Caicedo subrayó que la preservación de las vigencias futuras es una señal de pragmatismo por parte del gobierno, lo que ha permitido avanzar en la mejora de la infraestructura vial del país. “Hemos logrado superar en 20 años un rezago de 110 en materia de vías, con más de 10.000 km de vías concesionadas y túneles que compiten con obras a nivel internacional”, señaló durante su intervención en el Congreso de Colfecar.
Sin embargo, el líder gremial también mostró apertura ante la idea de liberar las vigencias futuras y liquidar proyectos que, por diversas razones, no han podido avanzar. “Estamos de acuerdo en que, si un proyecto ha generado dificultades y no se puede ejecutar por razones de fuerza mayor, se puede proceder a su liquidación y liberar la vigencia futura”, dijo Caicedo, refiriéndose a casos específicos como el proyecto Mulaló-Loboguerrero en el Valle del Cauca.
El presidente de la CCI indicó que se ha alcanzado un entendimiento con el Ministerio de Hacienda en este tema, dejando claro que, cuando un proyecto no avanza debido a retrasos ambientales o causas externas, lo más práctico es liberar el presupuesto para destinarlo a obras que sí puedan ejecutarse. “Es un enfoque sensato y pragmático. Si no se puede continuar, liquidamos el contrato y utilizamos el recurso en otro proyecto viable”, afirmó.
La postura de Caicedo refuerza la idea de que, si bien el mecanismo de las vigencias futuras es crucial para el desarrollo de infraestructura, no debe emplearse para proteger proyectos estancados, lo que permite una mayor flexibilidad en la asignación de recursos.