Ciudades

Más de 700 personas retornaron al Bajo Calima luego de 3 años desplazados en Buenaventura

Esta región ha sido una de las priorizadas por el gobierno Nacional a través de acciones integrales para vida y la paz.

Un total de 786 personas del Bajo Calima, de comunidades del Río Nueva Esperanza, Ceibito, San Isidro y Guadual, regresaron a su territorio.

Un total de 786 personas del Bajo Calima, de comunidades del Río Nueva Esperanza, Ceibito, San Isidro y Guadual, regresaron a su territorio.

Cali

En total fueron 323 familias, unas 786 personas, que regresaron a su territorio, en el Bajo Calima, luego de casi tres años de haber salido de allí por el conflicto armado.

Se trata de las comunidades del río Nueva Esperanza, Ceibito, San Isidro y Guadual, las cuales integran el Consejo Comunitario de Comunidades Negras del Bajo Calima. Muchas de estas familias se encontraban albergadas en el coliseo El Cristal y la caseta comunal del barrio R9 en Buenaventura, Valle del Cauca.

El regreso se dio tras la propia decisión de las familias, que fue acompañada de manera conjunta por la directora de la Unidad para las Víctimas, Patricia Tobón Yagarí, así como entidades territoriales y nacionales que aunaron esfuerzos con las comunidades para lograr que ese retorno se diera de manera digna y segura.

“Volver es tener futuro, es nacer de nuevo. Estar en el hogar es lo mejor que me puede pasar. Estar en mi pueblo, Ceibitos, es una alegría profunda y allá me quiero quedar”, relata Édgar Manyoma Hurtado, uno de los moradores más antiguos de este territorio.

El alistamiento para el traslado a sus territorios se dio durante toda la semana y se concretó este fin de semana con chivas y camiones que iban acompañados de banderas y música en señal de alegría por el reencuentro con sus raíces.

Al llegar, luego de tres horas de viaje por tierra desde Buenaventura, niñas, niños, y jóvenes se encontraron con el Río Calima a través de chapuzones llenos de libertad.

En la calle principal de San Isidro, donde se veía el movimiento principal, se escucharon cantos que decían: “¡Aquí nacimos, aquí nos quedamos y de aquí no nos vamos. Porque esta tierra es nuestra, completamente nuestra!”. También se oyó la voz de un niño que sentado en la entrada de su casa saludaba a los forasteros acompañantes diciendo: “¡Miren a mi pueblo!”.

“Hoy es un nuevo comienzo”, expresó Patricia Tobón Yagarí, directora de la Unidad para las Víctimas, quien acompañó el retorno de las más de 700 personas a sus hogares en el Bajo Caima. “Sin duda tenemos muchos desafíos y es seguir avanzando en mayor presencia del Estado para estas comunidades y lograr también la recuperación de sus proyectos de vida, en eso estamos trabajando de manera decidida”.

Agregó que este retorno se suma al esfuerzo adelantado en diciembre pasado con la comunidad de Santa Rosa de Guayacán, cuyas 31 familias también regresaron al territorio en la cuenca del Calima. Tras visitar este territorio y escuchar cómo se ha avanzado con los compromisos para esta comunidad retornada, precisó que la Unidad para las Víctimas está haciendo seguimiento a los compromisos y avances en la ruta de retornos de este resguardo.

Julio César González, representante legal del Consejo Comunitario del Bajo Calima, dio un mensaje de dignidad durante el retorno: “El desplazado no es un mendigo, sino que sale de su territorio por fuerza mayor, por intereses de otros. Es menester que lo que han sufrido las comunidades del Calima no lo sigan sufriendo las demás”.

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