Joven sobrevivió de milagro tras caer de un octavo piso en Bucaramanga
Durante dos meses el joven de 19 años recibió atención de 12 especialidades y le realizaron siete cirugías.
Luis Alberto Salazar, coordinador médico del Instituto de Ortopedia del HIC
Bucaramanga
Las probabilidades de sobrevivir a una caída de más de 20 metros de altura, son casi nulas. Pero Santiago Arrieta Gómez fue la excepción, después de salvarse tras caer de un octavo piso en la capital santandereana.
El joven de 19 años fue asistido en el Hospital Internacional de Colombia (HIC) donde recibió atención de 12 especialidades médicas, además de haber pasado por el quirófano 7 veces; cirugías que duraban hasta seis horas.
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Jimena Gómez Ruiz, madre del paciente
Luego de casi dos meses de numerosos exámenes, estar en UCI, terapias y citas médicas finalmente pudo volver a casa. Para muchos lo que ocurrió puede ser considerado como un milagro, para su familia y allegados puede ser una mezcla entre fe y rigurosidad en la atención médica.
“En ese momento le dije a mi esposo que tenía mucho miedo de lo que pasaría, pero también tuve fe y sabía que mi hijo se iba a recuperar”, expresó Jimena Gómez Ruiz, madre del joven.
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Según el HIC “menos del 10 % de las personas que padecen un accidente de este tipo logran sobrevivir, y en algunos de estos casos las secuelas limitan la capacidad de llevar una vida plena y productiva. Pero para Santiago la historia tuvo un final feliz”.
Gracias al trabajo médico contrarreloj que recibió hoy el joven de 19 años se mantiene con vida. Al parecer estaba solo cuando cayó de forma accidental del octavo piso del edificio donde vive en Bucaramanga, lo que lo puso en una condición crítica.
El doctor Luis Alberto Salazar, coordinador médico del Instituto de Ortopedia del HIC, explicó que el joven sufrió fractura facial, maxilofacial, pélvica, de cuello femoral (hueso que conecta la pierna con la pelvis), y lo más alarmante un coágulo en la sangre que le comprometía el pulmón.
“El tromboembolismo pulmonar cobra una mortalidad aproximadamente de un 80 % en la mayoría de casos. Con Santiago fue necesario instalar un filtro de vena para controlar la migración de los coágulos y evitar que la situación tuviera otro desenlace”, explicó el médico.
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Tuvo que pasar por especialidades como radiología intervencionista, ortopedia especializada, psiquiatría, neumología, nutrición, fisiatría, entre otras.
“Para mí estar en este mundo después de lo que me pasó significa una oportunidad para aprender a apreciar más mi propia vida, de hacer todas las cosas simples que antes podía hacer y que no valoraba”, dijo el joven tras la salida del centro médico.
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Santiago Arrieta Gómez, joven sobreviviente
Actualmente tiene que usar un caminador para desplazarse y sigue avanzando en su proceso de recuperación desde su hogar. Tiene el propósito de regresar pronto a la universidad y retomar su primer semestre de medicina.
“Después de esto puedo apreciar aún más mi carrera y a los profesionales que me atendieron. Aquí no me vieron solo como un cuerpo que debían salvar, sino que me hicieron sentir como parte de una familia”.
Al HIC han llegado 50 casos de accidentes similares al de Santiago, y por fortuna la mayoría han logrado sobrevivir.