¿Racionamiento de agua se podría volver una realidad frecuente? esto dicen los expertos

Colombia

En medio del actual racionamiento de agua que enfrenta Bogotá debido al fenómeno del niño y otros factores; los expertos advierten sobre la necesidad tomar acciones para no tener que llegar a un racionamiento continúo.

Por ejemplo, la profesora e investigadora de la Universidad Externado de Colombia, Pilar García, explicó que el racionamiento podría ser una variable constante en un futuro, ya que las situaciones de emergencia relacionadas con el cambio climático se van a ver mucho más frecuentes y eso generaría falta de agua dulce.

“El racionamiento como medida de emergencia es algo razonable. No obstante lo que tenemos que hacer mirando hacia un futuro donde tengamos una mejor gestión del agua es promover la conciencia y educación sobre el uso eficiente de los recursos hídricos”, aseguró.

Por su parte, Camilo Prieto profesor de cambio climático de la Universidad Javeriana, dijo que es importante diferenciar la situación que estamos viviendo de racionamiento de agua, a cuenta de una reducción de las precipitaciones por el fenómeno del niño al estrés hídrico que se van a ver abocadas muchas comunidades humanas en las próximas dos décadas en relación al cambio climático.

Asegura que “hacia 2030 y la siguiente década, cada vez más seres humanos van a estar expuestos al estrés hídrico. Eso es uno de los fenómenos que se va a ver como efecto del cambio climático. Si las ciudades no hacen adecuadas planeaciones, si no se adaptan, lo más posible es que por supuesto existan muchas probabilidades de racionamientos de agua”.

Sin embargo, el futuro del suministro de agua depende de varios factores, como el aumento poblacional, y las campañas de reducción de consumo, así lo explicó el experto en climatología, Benjamín Quesada.

“Falta investigación a nivel de Bogotá, a nivel de las ciudades, para tener realmente proyecciones a alta resolución, de qué va a pasar con la disponibilidad en agua que tiene que ver más con los embalses como tal, y ahí puede influenciar el manejo, puede influenciar la segmentación, puede influenciar el uso del suelo alrededor, porque imaginemos unas ciudades que alrededor se deforestan, van a llevar más segmentos a los embalses, lo cual va a afectar la relación de agua para electricidad o para consumo de agua”, aseguró Quesada.

Entonces, un futuro racionamiento de agua, depende de qué sistema vamos a implementar y qué investigaciones vamos a fomentar para tener claridad sobre estos patrones de consumo, cambio climático, deforestación, y todo el territorio.

Por su parte, Andrés Chaves, director de proyectos de ACODAL, hablo de la llamada siembra de nubes, una técnica utilizada hace más de 40 años en Colombia que es una inducción de precipitaciones con un proceso químico.

Esta es una opción que se ha llevado a cabo en otros países y lo que hace es inducir en la formación de gotas de lluvia y por eso han encontrado cuál es la fórmula química para hacerlo, pero no es que sea muy efectivo pues “son resultados difíciles de medir”.

”Utilizar unos químicos como el yoduro de plata o el cloruro de calcio, que lo que trata de inducir es la formación de gotas de lluvia, claro que eso depende de la temperatura donde se encuentre el sitio donde se quiera hacer llover. Estos materiales lo que hacen es actuar esta reacción química sobre las gotas que se encuentran en las nubes y buscan generar una condensación de estas para que por peso se puedan precipitar y por ende llueva“, aseguró.

Además, en el contexto colombiano indican que no estaríamos todavía en ese punto de necesitar hacer llover químicamente.

¿El racionamiento actual podría haberse evitado?

Según expertos, es posible que sí, si se hubiera implementado una campaña de ahorro de energía y agua desde el año pasado, cuando se preveía la reducción de las precipitaciones. Lamentablemente, esta precaución no se tomó, lo que subraya la importancia de una planificación anticipada y estratégica para hacer frente a los desafíos del suministro de agua en el futuro.

Los expertos destacan la importancia de investigaciones precisas y proyecciones a alta resolución para comprender mejor la disponibilidad de agua en la región y cómo pueden afectarla el cambio climático y otros factores, como la deforestación. La implementación de sistemas eficaces y el fomento de la investigación son cruciales para abordar los desafíos del agua en Bogotá y más allá.