Bendición del papa Francisco: habló de guerra, migración e inestabilidad política
La bendición a las Ciudades y al Mundo se concentró en hacer una revisión de los problemas que vive el planeta y la petición de encontrar soluciones definitivas a estas dificultades.
El papa Francisco criticó hoy el gasto de fondos públicos en armamento y afirmó que la gente ignora cuánto se destina a ello y “¡sin embargo, deberían saberlo!”, en un duro mensaje de Navidad en el que pidió la paz para los diferentes conflictos en el mundo, comenzando con la guerra en Gaza.
El mensaje de Navidad del papa, leído desde el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro antes de la bendición ‘urbi et orbi’, se convirtió en un verdadero alegato contra los fabricantes de armas.
“Para decir no a la guerra es necesario decir no a las armas. Porque si el hombre, cuyo corazón es inestable y está herido, encuentra instrumentos de muerte entre sus manos, antes o después los usará. ¿Y cómo se puede hablar de paz si la producción, la venta y el comercio de armas aumentan?”, preguntó el papa.
Lamentó las muchas “masacres debidas a las armas, que ocurren en un silencio ensordecedor, a escondidas de todos” y aseguró: “La gente, que no quiere armas sino pan, que le cuesta seguir adelante y pide paz, ignora cuántos fondos públicos se destinan a los armamentos. ¡Y, sin embargo, deberían saberlo!”
“Que se hable sobre esto, que se escriba sobre esto, para que se conozcan los intereses y los beneficios que mueven los hilos de las guerras”, fue el llamamiento del papa en su mensaje de Navidad.
Una solución para Palestina
En este mensaje, en el que el papa Francisco tradicionalmente enumera los conflictos del mundo, empezó recordando la situación en Gaza y pidió que la paz “llegue en Israel y Palestina, donde la guerra sacude la vida de esas poblaciones”.
El papa aseguró que lleva “en el corazón el dolor por las víctimas del execrable ataque del pasado 7 de octubre” aunque no citó a los islamistas de Hamás y renovó su llamamiento “para la liberación de quienes aún están retenidos como rehenes”.
Y continuó: “Suplico que cesen las operaciones militares, con sus dramáticas consecuencias de víctimas civiles inocentes, y que se remedie la desesperada situación humanitaria permitiendo la llegada de ayuda”.
Y por otra parte instó a “que no se siga alimentando la violencia y el odio, sino que se encuentre una solución a la cuestión palestina, por medio de un diálogo sincero y perseverante entre las partes, sostenido por una fuerte voluntad política y el apoyo de la comunidad internacional”.
La migración en América
En medio de la revisión de los problemas que afectan el mundo, el papa Francisco pidió a los gobernantes de todo el continente que dejen de lado las “disensiones sociales y políticos” para resolver las desigualdades y hacer frente “el doloroso fenómeno de las migraciones”.
En este mensaje no se hizo referencia a países específicos de la región, sin embargo, el llamado general fue para “luchar contra las formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas, a resolver las desigualdades y a afrontar el doloroso fenómeno de las migraciones”.
Previamente el papa Francisco ha mencionado particularmente la migración entre Colombia y Panamá, criticando que la gente “no puede perder la vida en esa selva. Hace falta el esfuerzo conjunto de los países más directamente interesados y de la comunidad internacional para evitar que esta trágica realidad sea silenciada y ofrecer una respuesta humanitaria”.
Paz para Ucrania y para el resto de países en guerra
También imploró la paz para Ucrania, en Siria, en Yemen y pidió la estabilidad social y política para el pueblo libanés.
Invocó la paz definitiva entre Armenia y Azerbaiyán y que la favorezca el regreso de los desplazados a sus hogares y no olvidar “las tensiones y los conflictos que perturban a las regiones del Sahel, el Cuerno de África y Sudán, como también a Camerún, la República Democrática del Congo y Sudán del Sur” y “que llegue el día en el que se consoliden los vínculos fraternos en la península coreana, abriendo vías de diálogo y reconciliación”.
Mientras que para los gobernantes del continente americano pidió inspiración para “hallar soluciones idóneas que lleven a superar las disensiones sociales y políticas, a luchar contra las formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas, a resolver las desigualdades y a afrontar el doloroso fenómeno de las migraciones”.
También pidió que seamos la voz “de los que no tienen voz: los inocentes, muertos por falta de agua y de pan; voz de los que no logran encontrar trabajo o lo han perdido; voz de los que se ven obligados a huir de la propia patria en busca de un futuro mejor, arriesgando la vida en viajes extenuantes y a merced de traficantes sin escrúpulos”.
“Que este periodo de preparación sea ocasión para convertir el corazón; para decir no a la guerra y sí a la paz”, concluyó Francisco.