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Destruyen 25 mil armas incautadas: acero será usado en proyectos sociales

La iniciativa es de las Fuerzas Militares y Acerías PazdelRío.

Jefe de Estado Mayor de las FF.MM, almirante José Amézquita. Foto: Caracol Radio.

Tunja

En el municipio de Nobsa, Boyacá, se adelantó la segunda fundición de armas de fuego incautadas y decomisadas a grupos armados y delincuenciales por la Fuerza Pública, alcanzando este 2023 la cifra de más de 55 mil de estos elementos destruidos, aportando a la economía circular y la protección del medio ambiente.

Esta es la primera vez que Acerías PazdelRío realiza el proceso de fundición, resaltando y conmemorando sus 75 años de historia al servicio del país. La iniciativa se denomina ‘Fundiendo armas, cimentando sueños’ que transforma las armas en materia prima, en este caso el acero, para aportar al desarrollo regional, tales como sillas-pupitres en instituciones educativas públicas y herramientas para el campo.

La actividad se realizó en la Planta Industrial en Belencito, municipio de Nobsa, Boyacá, con la presencia del Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Militares, almirante José Amézquita, y el director de la DIJIN de la Policía, general José Luis Ramírez.

Entre el material destruido se encuentran revólveres, pistolas, fusiles, carabinas, ametralladoras, subametralladoras, morteros y lanza granadas de diferentes calibres, incautadas principalmente en operaciones militares y de policía en contra de grupos armados organizados y delincuencia común, evitando su empleo en acciones contra la vida, la seguridad y el bienestar de la población.

En esta ocasión, se incluyeron cerca de 700 armas traumáticas, las cuales habrían sido modificadas por los criminales de manera ilegal para ocasionar una mayor afectación y letalidad.

En vagones del “Tren de la Vida y la Esperanza” fueron movilizadas las armas desde la localidad de Puente Aranda en Bogotá. Allí fueron embarcadas en guacales de madera, cumpliendo los protocolos de seguridad y custodia.

Este lunes 20 de noviembre, se realizó el movimiento en el tren que recorrió 256 kilómetros durante 14 horas hasta las instalaciones de la siderúrgica en Belencito, Boyacá. A bordo de la locomotora, iba un grupo de soldados garantizando la custodia y seguridad del movimiento.

 Desde 1992 ya han sido destruidas cerca de 700.000 armas de fuego de corto y largo alcance, muchas de ellas empleadas contra la dignidad humana y actividades criminales. El material obtenido de estas fundiciones se ha empleado en la construcción de monumentos de memoria histórica, obras civiles y para viviendas de interés social.