Hamás libera dos mujeres israelíes tras 18 días secuestradas en la Franja de Gaza
Las mujeres, de 79 y 85 años, aseguraron que luego de ser agredidas para ser secuestradas, las milicias de Hamás las trataron muy bien durante su tiempo cautivas.
Al cumplirse 18 días de los ataques de Hamás en el sur de Israel y el secuestro de más de 200 personas (Hamás dice tener 250 secuestrados e Israel asegura que tienen 222 personas retenidas), Hamás liberó dos personas más “por razones humanitarias”.
El grupo islamista había liberado dos estadounidenses y ahora liberó dos mujeres israelíes que fueron identificadas como Nurit Cooper, de 79 años, y Yocheved Lifshitz, de 85 años. Hamás compartió un vídeo de la liberación en el que una de las mujeres, Lifshitz, se despide de uno de sus captores dándole la mano y diciendo ‘Shalom’, que traduce ‘paz’.
Ambas mujeres fueron recibidas por miembros de la Cruz Roja en la ciudad Rafah, en el punto fronterizo entre Gaza y Egipto. Esta liberación también habría sido mediada por esfuerzos de Egipto y de Catar.
Detalles del secuestro
Una vez fue trasladada y atendida en el hospital de Tel Aviv (Israel), Yocheved Lifshitz conversó con medios locales para revelar cómo fue la travesía del ataque, el secuestro, la cautividad, los cuidados y la liberación.
Lifshitz dijo que, si bien “los tipos me golpearon en el camino, no me quebraron las costillas, pero me lastimaron y tuve dificultades para respirar”. Agregó que al llegar a Gaza fueron movilizados por distintos túneles y al llegar “fueron amables con nosotros y cuidaron de nuestras necesidades”.
La mujer destacó que los lugares en los que estaban detenidos junto con su esposo y el resto de los rehenes eran bastante limpios y bien cuidados, de paso había un miembro de Hamás cuidando día y noche a los secuestrados y garantizando su bienestar.
Este bienestar incluye la atención médica, el uso de fármacos, limpieza y alimentación. Sobre las comidas, Lifshitz dijo que no pasaron hambre pero que la dieta cambió dado que fueron alimentados con “pan pitta, queso duro, queso crema y pepino cohombro”.
La israelí de 85 años describió a los captores como personas “muy amigables, muy corteses” que tenían preparado todo para el momento en el que fueran a llegar los secuestrados, incluso había paramédicos listos que atendieron a un hombre que llegó con una herida en el brazo durante el secuestro.
Al ser cuestionada por su decisión de darle la mano a uno de sus captores en el momento de la liberación, Lifshitz dijo que lo hizo porque los miembros de Hamás fueron muy amigables, fueron muy atentos y la trataron muy bien.