Secuestrada en su casa: El drama de una víctima en alto riesgo de feminicidio en Bogotá
Diferentes autoridades piden protección especial urgente porque la víctima podría ser una cifra más de la violencia contra la mujer
audio víctima
JUDICIAL
Nelba Leonor Morales Quevedo, es una docente en el sur de Bogotá, quien por años ha padecido el yugo de la violencia intrafamiliar y hoy en día teme por su vida.
Así lo acreditan órdenes de diferentes autoridades en Bogotá, a las que accedió Caracol Radio y en las que queda constancia que la mujer requiere de protección especial porque hay “un riesgo extremo” de ser una cifra más de feminicidio.
((VER DOCUMENTO))
Ella, por ahora no quiere hablar ante los micrófonos por miedo, pero si decidió romper su silencio y delatar al presunto victimario. Se trata de su exesposo Humberto Arévalo Espinosa, él fue denunciado ante la Fiscalía por el delito de violencia intrafamiliar.
Humberto Arévalo Espinosa, denunciado como presunto agresor
La víctima tiene afectaciones graves producto de las secuelas de carácter físico, sexual, psicológico y patrimonial por el acoso al que ha sido sometida.
La Fiscalía ordenó apoyo policivo y vigilancia permanente, porque es una víctima en alto riesgo de feminicidio. También lo acredita un dictamen de medicina Legal ella es una víctima en riesgo extremo.
((VER DOCUMENTO))
La Secretaría de la Mujer, en un documento reciente le pidió a la Personería de Bogotá y a otras autoridades que se haga una intervención especial a este caso, porque el agresor ha incumplido las órdenes de restricción que le prohíben acercarse a la víctima, porque “los hechos de violencia continúan a tal punto que la mujer se encuentra secuestrada en su casa por temor a salir a la calle”.
((VER DOCUMENTO))
A pesar de todas las advertencias de las autoridades para evitar un caso más de feminicidio, la Fiscalía le abrió un proceso a la señora Nelba por supuesta administración desleal y falsedad en documento privado.
Los familiares de la mujer, advierten que esa denuncia la interpuso el agresor como una “maniobra judicial” para presionarla por haberlo delatado.