Crónica: En el Granero Oriental con Héctor Mantilla
El aspirante a la gobernación de Santander regresó a las papelerías donde su papá, Jairo Alfonso Mantilla le inculcó el valor del trabajo desde cuando tenía 8 años.
Crónica con el candidato a la gobernación de Santander, Héctor Mantilla
Bucaramanga
Jairo Alfonso Mantilla Serrano fue candidato al concejo de Floridablanca. Un personaje muy conocido en la región, el excandidato a la presidencia, Rodolfo Hernández Suárez también aspiraba a esa corporación, pero en Piedecuesta. En su oficina de la calle 33 con carrera 16 de Bucaramanga, el empresario repasa el resultado de los comicios. Mira una gaceta de Santander y con satisfacción expresa que sacó más votos que Hernández.
33 años después de esos comicios, Jairo Alfonso Mantilla asiste a otras elecciones que tienen un significado especial; su hijo Héctor Guillermo busca la gobernación de Santander enfrentando ni más ni menos que a Hernández quien viene de obtener 10 millones 580 mil 412 en las presidenciales de 2022. Mantilla de 29 años es el más joven de los 9 aspirantes a la gobernación de Santander.
Caracol Radio llegó hasta el edificio donde funcionan varias de las sedes de la papelería el Twist y el Granero Oriental; es el mismo inmueble donde opera el hotel Fortaleza Alemana, todos negocios de Jairo Mantilla, a pocos metros de la plaza de mercado central de Bucaramanga. Los puntos de venta de artículos de papelería y otros productos están todos en un radio de acción de 2 kilómetros. Desde su centro de operaciones, Mantilla padre recuerda que procede de una familia de un sector de Floridablanca donde su hijo fue alcalde.
Y aunque Rodolfo Hernández ha sido despectivo con su hijo, Jairo Mantilla alude a otra historia con el excandidato presidencial. Recuerda que Hernández lo citó para decirle que le quería entregar el aval de la Liga en caso de que decidiera aspirar a la alcaldía de Floridablanca. En medio de la charla, el excandidato a la presidencia le confesó que compraba materiales de construcción para sus obras en un depósito que tenía la familia Mantilla en el barrio Santa Ana. A ese negocio lo conocían como el “Ley del Sur”.
Jairo Alfonso Mantilla tiene 58 años; está casado con Ligia Patricia Rueda, una odontóloga con quien tuvo 2 hijos, Héctor Guillermo y William Enrique. En el Twist, en el Granero Oriental se apareció un día Jairo Mantilla llevando a su hijo mayor de 8 años. El pequeño trabajó tanto y tan bien que tocó pagarle como un adulto. Para la crónica, los reporteros de Caracol Radio recorrieron esas bodegas, lo que antaño eran los salones del afamado hotel Tay donde se concentraba el Atlético Bucaramanga en las épocas de Montanini. Héctor Mantilla dirige el tour; saluda a los empleados en tanto que recuerda los lugares y los oficios que desempeñaba durante las vacaciones escolares.
Mantilla Rueda recuerda que con la plata que comenzó a ganar invirtió en ganado; con su papá alcanzó a tener 300 vacas que tenía en la vereda Báchiga de Suratá, pero cuando decidió que iba a aspirar a la alcaldía echó mano del ganado. Mercedes Sandoval Rodríguez trabaja en las empresas de los Mantilla desde 2001. También dice que el candidato fue un excelente compañero de trabajo.
En el centro de operaciones del Twist, del Granero Oriental, del hotel Fortaleza Alemana, Jairo Mantilla un enamorado de la política confiesa fue feisalista. Muestra con orgullo cuadros con imágenes de Luis Galán y fotos con Horacio Serpa. Dice que no recuerda una pilatuna de su hijo; que en el colegio los profesores asumían que tenía un coeficiente por encima del promedio de la clase. Y fue en clases en donde el candidato conoció a Daniela Mecón Millán, su esposa desde hace 5 años y mamá de Ana Victoria y Hector Alejandro.
En esa misma clase estaba Miguel Moreno, el sucesor de Mantilla en la alcaldía de Floridablanca; un poco más atrás estaba Álvaro Rueda, hoy representante a la Cámara, una especie de kínder de Floridablanca. Daniela dice que su esposo no es un hombre aburrido, que se distrae como lo hace la juventud de hoy.
En los debates y desde que era alcalde, el abogado egresado de la Universidad Pontificia donde dictó clases siendo alcalde, ha hecho gala de una gran facilidad para expresarse. Terminó la carrera con un promedio de 4.8 sobre 5 al mismo tiempo que administraba el parqueadero el centro en la calle 33. Mantilla ganó la alcaldía de Floridablanca a los 23 años; aspiró a la Cámara de Representantes; se quemó por poco. Su esposa recuerda que la tristeza fue enorme aquella noche cuando se confirman que otro aspirante con menos votos se quedaba con la curul de la que estuvo cerca
En medio de cajas de cuadernos y de resmas de papel, Ludy Sánchez Picón atendió a Caracol Radio en uno de los pisos del Twist Uno. Es de El Carmen, Norte de Santander. Llegó a Bucaramanga buscando como salir adelante. Se relacionó con Jairo Mantilla hace 16 años. Es una vendedora de mostrador que conoce a Hecticor, así lo llama, desde adolescente. Ha visto su evolución en todas las facetas. Con la chispa de la juventud, el candidato dice que ya le dio la vuelta tres veces a Santander; en algunos recorridos acompañado de Daniela. Es una campaña de 20 horas al día; Félix Pino Rincón que escolta a Mantilla desde 2015 cuenta del ritmo del trabajo.
Y como no si se enfrenta al “mandacallar de la política” de los últimos tiempos en Santander, Rodolfo Hernández, a un diputado que le plantó cara a los Aguilar, Ferley Sierra y a Juvenal Díaz Mateus, general en uso de buen retiro de la República al que corrigió en el debate de Caracol Radio. Mantilla dice que va a dedicar los menos de 40 días que quedan de la campaña a conquistar apoyos en el área metropolitana. Lanzará su plan para los 4 municipios en un evento en Panamericana. Dice que su propuesta descansa en visiones como las de un Santander metropolitano.
Su padre cuenta con desparpajo hechos que alguien preferiría mantener en secreto; por ejemplo, que a Héctor se le subieron los humos cuando fue alcalde y que el casi le organiza una protesta porque no se apuraba en tumbar las fotos multas. Jairo Mantilla guarda en el archivo de todo; la gaceta con los resultados de las votaciones; los papeles de la beca que se ganó en la Pontificia el candidato y hasta los programas del TRO donde los entrevistaban siendo alcalde.