Presidente Petro en Naciones Unidas, ¿discurso utópico?
Panelistas consideran que la retórica está llegando al límite y que se desaprovechó el espacio. Otros consideran que hubo logros en temas como lucha contra las drogas
Presidente Petro en Naciones Unidas, ¿discurso utópico?
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Gustavo Petro / Adam Gray/Getty Images)
En Hora 20 el análisis al arranque de la negociación con las disidencias del Estado Mayor Central: el cese, los protocolos y la protección a la población civil en medio del conflicto. Después el debate sobre el discurso del presidente Petro ante Naciones Unidas: los retos que enfrenta su discurso, la relación con Estados Unidos y los temas que pone sobre la mesa. Por último, una mirada a lo ocurrido en Tierralta y las medidas adoptadas a partir de lo que se conoce por estos días en Yopal por cuenta de los falsos positivos.
El presidente Petro dio su segundo discurso ante la Asamblea de Naciones Unidas, una intervención con un inicio estrellado ante el desorden generado en el auditorio por cuenta de estar precedido por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. El discurso estuvo concentrado en temas como la guerra, el cambio climático y migración. El presidente recalcó que hay un odio hacia el extranjero, puso el ejemplo de las cárceles flotantes y, de hecho, a su salida de Naciones Unidas, dijo que una de las propuestas que ha recibió el país para enfrentar ese éxodo, es a través de retenes en el tapón del Darién, una propuesta que el presidente cree poco eficaz.
Por otro lado, dijo que el mundo se ha dedicado a la guerra y lanzó la propuesta de que se terminen para poder salvarnos, para defender la vida y auspiciar la paz, de hecho, lanzó ante el pleno la idea de una conferencia de paz sobre Ucrania y Palestina. Además, se fue en contra de las posiciones de las potencias, pues aseguró que los imperios no sirven para salvan la vida, sino para desatar guerras.
El presidente también habló de un cambio al sistema financiero mundial, la necesidad de mirar hacia la revalorización de lo público y volver a pensar desde la financiación pública para salvar la vida. Por último, el presidente puso sobre la mesa el tema del fentanilo, la definió como la droga neoliberal, dijo que se condenó a la humanidad a la guerra, que se quería una guerra contra la juventud rebelde y se terminó por conducir a la sociedad a la droga de la competencia y el “yupi de Manhattan”.
Lo que dicen los panelistas
Luz María Sierra, periodista y directora de El Colombiano, señaló que en el discurso del Presidente hay una contradicción de fondo que lo hace poco creíble, “invita a acabar la guerra en el exterior, pero cuando está acá declara muchas guerras a EPS, a las universidades privadas, al sector privado; en el exterior es Gandhi y acá es como Putin”. También planteó que el discurso es de los años 70 con lugares comunes que no provoca nada, “él dice acabemos con la guerra, pero no dice cómo, porque todos queremos que la guerra se acabe”, pues destaca que, al ser solo retórica y no acompañarse de estrategias concretas o actuaciones que sean coherentes, “es ahí donde la gente no le interesa escuchar”.
Heráclito Landínez, representante a la Cámara por el Pacto Histórico, planteó que el presidente es coherente con lo que hace en Colombia y lo que dice afuera, “las barreras en el tema migratorio, los enclaves, las cárceles, el tapón del Darién donde llegan miles y miles de migrantes del mundo para llegar a Estados Unidos. También dijo que hay coherencia entre el llamado a paz en Palestina y Ucrania y el panorama de búsqueda de paz en el país cuando se avanza en la instalación de la mesa de negociación con las disidencias del Estado Mayor Central. Sobre otros temas que abordó el Presidente, como el cambio climático, dijo que, si bien discurso puede ser apocalíptico, es necesario tomar medidas radicales porque las consecuencias del cambio climático pueden ser irreversibles. Por último, dijo que el discurso es interesante, “me ha gustado porque es poético y mejora en leerlo y escucharlo; es una buena intervención que no podemos opacar”
Para Jorge Restrepo, economista, profesor universitario y director del Cerac, el Presidente llegó al límite de la retórica, “claro que fue un logro que el presidente estuviera de tercero, pero fue un desperdicio, no hubo continuidad con su anterior discurso, es la segunda vez y hay una ausencia de propósitos que pueden ser alcanzables”, con lo cual, resalta que se convierte en un ejercicio de retórica que de pronto puede servir a quienes lo siguen en retórica, “y ese efecto que tiene es surreal”. Sobre el tema de un cambio al sistema financiero mundial, cree que puede ser una buena idea, pero resalta que no tiene contenido porque el problema de deuda no es importante hoy para buena parte de los países, a excepción de algunos casos como Argentina.
Planteó que este sí era el escenario para que el presidente defendiera los intereses del país y no de la humanidad o la expansión del universo, “hay burlas justificadas en el sentido que hay gran confusión del presidente al tratar de imponerle una agenda de propósito a la humanidad queriendo ser líder de reconocimiento global, pero no llevando aquello que es más inmediato que son los intereses de Colombia”.
Catalina Perdomo, analista, ex asesora de la ONU en temas de paz, gobernabilidad democrática, género e investigadora en asuntos de seguridad y defensa, comentó que Petro no fue el único que hizo llamados de cambio, “en otros discursos se coincide en puntos, el tema de reforma a instituciones económicas internacionales también lo hizo Cuba, Jordania habló sobre temas migratorios, Lula sobre cambio climático”, pues afirma que se usa a Naciones Unidas como plataforma para compartir lo que se hacen “no es el único que pone agendas apocalípticas, se dicen algunas verdades que toca oír globalmente; alguien tiene que decirlo, pero no es el único”. También comentó que Petro compite con otros países y presidentes por el rol de liderazgo internacional, dentro de los competidores actualmente está el presidente Lula o el de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa.
Por último, dijo que en términos de agenda es complejo que temas diferentes a Ucrania ocupen los discursos y las discusiones en Naciones Unidas.