Oleoductos en Colombia están sin vigilancia del Ejército
El Ministerio de Defensa no ha querido renovar los convenios que por muchos años se han firmado entre las Fuerzas Armadas y Cenit, la empresa filial de Ecopetrol encargada de la operación de poliductos, oleoductos y gasoductos en el país, para prestar servicio de seguridad y cuidado a esta infraestructura.
Oleoductos en Colombia están sin vigilancia del Ejército
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Estos convenios existen desde 1996 y fueron regulados por el Ministerio de Defensa en 2014, mediante la resolución 5342. A través de ellos se firma el pago de pago de dinero o de bienes en especie a la Fuerza Pública, a cambio de que presten seguridad y vigilancia a empresas del sector minero energético.
El 31 de diciembre del 2022, finalizaron los convenios firmados con Cenit para la vigilancia de los oleoductos en Colombia. Como consecuencia, hoy no hay presencia del Ejército en los distintos tramos de oleoductos.
Esta presencia, según trabajadores del sector, solo se está dando en las estaciones. El único convenio que está vigente es el firmado entre la Fuerza Aérea y Cenit, que se firmó el pasado 15 de mayo. Es decir que solo se está prestando vigilancia aérea.
Los convenios con la Armada y el Ejército, para vigilancia en tierra y vía marítima y fluvial, se encuentran en este momento en revisión y ajustes por parte del Ministerio de Defensa.
Aunque el MinDefensa no ha publicado las razones por las cuales no se han renovado estos convenios, puertas adentro se afirma que algunas personas del Gobierno han cuestionado que se disponga batallones completos para proteger los oleoductos y consideran que debieran ser las mismas petroleras las que cuiden estos tramos de infraestructura.
El oleoducto Caño Limón Coveñas ha sido atacado cientos de veces durante su historia y se han derramado más de cuatro millones de barriles por cuenta de atentados, la mayoría atribuidos al ELN. Incluso, como consecuencia de los últimos atentados, hay daños que no han podido aún repararse.
Por ejemplo, el tramo entre la estación Caño Limón y la estación Banadia, en Saravena, lleva parado más de dos semanas por estos atentados y hoy no se puede bombear. A este lugar no se puede llegar hasta que el Ejército despeje la zona y garantice la seguridad de los trabajadores.
Los generales del Ejército de Arauca y Casanare están muy preocupados, escuchando a las empresas que les piden presencia militar, pero no pueden hacer nada mientras no haya recursos ni convenios vigentes.