Según estudio, alto porcentaje de pacientes con Parkinson tiene que cambiar su medicación
El Parkinson, considerada la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente a nivel mundial, afecta principalmente a hombres mayores de 65 años.
Según la investigación llevada a cabo por el Grupo de Investigación de Farmacoepidemiología y Farmacovigilancia de Audifarma, con el apoyo de la Universidad Tecnológica de Pereira, reveló que el 63% de los pacientes diagnosticados con Parkinson cambiaron su tratamiento en un plazo de tres años desde el diagnóstico.
Además, se observó que las personas mayores de 65 años realizaron estos cambios de tratamiento de manera más temprana.
Esta condición se caracteriza por la degeneración de las células nerviosas, lo que resulta en síntomas motores como temblores, rigidez muscular y dificultad para moverse. Además de los síntomas motores, las personas diagnosticadas con Parkinson pueden experimentar depresión, ansiedad, alteraciones del sueño, memoria y concentración. Aunque la terapia farmacológica puede reducir la gravedad de los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes, es importante destacar que no detiene la progresión de la enfermedad.
La Doctora Claudia Giraldo, profesional especializada médica del área de Educación de Audifarma, señaló que el momento apropiado para realizar cambios en la terapia suele ser determinado por los médicos, considerando el tiempo transcurrido desde el inicio del tratamiento. Estos cambios pueden implicar la adición de otro medicamento o el reemplazo de la medicación existente.
En el estudio realizado, se analizaron las prescripciones de 3.224 pacientes, en su mayoría hombres, con una edad promedio de 73 años. De estos pacientes, el 63%, es decir, 2.046 personas, cambiaron su tratamiento durante el período de estudio. Entre los cambios realizados, 1.216 pacientes requirieron la adición de otro medicamento, mientras que 830 tuvieron que cambiar completamente su medicación. El tiempo promedio transcurrido hasta que se realizó la modificación fue de 36 meses.
Es importante destacar que el tratamiento farmacológico para el Parkinson depende del grado de avance de la enfermedad y, con el tiempo, puede perder efectividad, lo que justifica la necesidad de realizar cambios en la medicación. Al inicio del estudio, la mayoría de los pacientes utilizaban levodopa sola o en combinación con inhibidores de la dopa descarboxilasa. Sin embargo, durante el período de seguimiento, muchos de ellos cambiaron a levodopa con inhibidor de la descarboxilasa o a la combinación de levodopa, carbidopa y entacapona.
Esto demostraría la importancia de una atención médica personalizada y en constante evolución para adaptarse a las necesidades cambiantes de los pacientes. A pesar de que los tratamientos disponibles en Colombia son efectivos para controlar los síntomas del Parkinson, es fundamental recordar que no detienen la progresión de la enfermedad