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Cumbre de Ciberseguridad: cómo lograr una ‘cultura de cuidado digital’ en los usuarios

Un comportamiento en Internet, sin mínimas medidas de protección, convierte al ciudadano de a pie en uno de los objetivos más apetecidos por los ciberdelincuentes. Los panelistas que participaron en la Cumbre de Ciberseguridad recalcaron la necesidad de comenzar a implementar una ‘cultura de cuidado digital’ desde la primera infancia hasta la tercera edad.

Prisa media

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Así como se habla del fortalecimiento de políticas internas y softwares de seguridad digital dentro de las compañías, los expertos que participaron en la Cumbre de Ciberseguridad organizada por Prisa Media y Caracol Radio coincidieron en que el ciudadano de a pie también es un eslabón fundamental en la cadena.

Para poder lograr su vinculación, decían, es necesario que se comience a abordar la seguridad digital desde la primera infancia hasta la tercera edad. No es cierto que este tema solo deba interesar a profesionales que se encargan de estudiarlo y combatirlo. Cualquier persona que deje sus datos en internet está expuesta a ser víctima de algún delito informático, que puede ir desde el secuestro de datos hasta la suplantación de identidad y negación de servicios.

De hecho, esta problemática cada vez gana más terreno en el país. La empresa estadounidense de ciberseguridad SonicWall publicó un informe en el que Colombia aparece entre los diez primeros países del mundo con mayores casos de ‘ransomwares’, con más de 15 millones de reportes en total, una cifra que se ha disparado en los últimos años, ,sobre todo después de la pandemia, para fines de extorsión.

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“Hay un reto gigante como sociedad para generar un mecanismo de prevención y reacción. Eso pasa también por el tema de educación. Vamos a tener que trabajar en una política en la que a la gente se le enseñe cómo prevenir el fraude, desde la primera infancia hasta los adultos mayores”, comentó Gabriel Jurado, viceministro de Conectividad del MinTIC.

Y es que si bien es cierto que no se pueden controlar los ataques, sí se puede hacerlo con el nivel de vulnerabilidad que tiene un usuario. Detenerse unos segundos a revisar a qué se le está dando click o si la interfaz de la página donde se están dejando los datos es real pueden marcar la diferencia.

José Antonio Bautista, director de seguridad y ciberseguridad del Banco de Bogotá, resaltó que es clave que los ciudadanos adopten las medidas de seguridad que dan las entidades financieras, por ejemplo, colocan a su disposición. Las contraseñas temporales, los tokens, la verificación en dos pasos y los topes para sus transacciones son algunas de ellas.

Con respecto a los delitos ya cometidos, los panelistas mencionaron que el Estado y demás instituciones adscritas deben garantizar que existan y que sean efectivos los canales de denuncia. Muchas denuncias por ciberdelitos quedan como casos aislados o ni siquiera se reportan, ya que el ciudadano tiene la percepción que no habrá consecuencias penales en el proceso, explicó Edna Patricia Cabrera, Directora Nacional Especializada contra los Delitos Informáticos de la Fiscalía.

La solución que propuso para hacerle frente a dicha ‘resignación’ es hacer más transparentes los procesos y mejorar el diálogo con la ciudadanía. De esta forma las personas podrán volver a confiar en los órganos judiciales y, además, la policía, la fiscalía y el Ministerio de Defensa lograran abrir investigaciones que permitan desarticular estas estructuras criminales que se valen de la ingeniería social durante meses para cazar a sus víctimas.

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Por su parte, Felipe Gómez de Fluid Attacks lamentó que muchas compañías vean la protección de su ecosistema digital y de los datos de sus usuarios como un gasto y no como una inversión, haciendo referencia tanto a los contratos con empresas de seguridad digital y a la capacitación del personal: “Para las empresas es difícil auditar tecnología del siglo XXI con procesos del siglo pasado”, puntualizó.

Herramientas como el ‘hacking ético’, por ejemplo, pueden ser muy útiles para conocer la capacidad instalada de la empresa, pero también permite darse cuenta del nivel de preparación del personal en estas situaciones. De hecho, según Siguard, el 90% de los ataques informáticos en las compañías ocurren, precisamente, por falta de capacitación al personal.

Además de las compañías, otro de los responsables de sembrar esa cultura digital son los centros educativos, espacios de conocimiento donde las personas pueden acceder a las últimas investigaciones y respuestas de expertos sobre lo que está pasando en el ciberespacio. “Este es un tema que no solo nos ataca a las personas que nos dedicamos a estudiar esto, sino que afecta a todo el mundo”, concluyó Sandra Ortiz, directora del Departamento de Telecomunicación de la Universidad Externado.

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