Imer Machado, vuelve y juega
José Borda crítica la continuidad del casanareño al frente de la Comisión Técnica y pronostica un 2022 cargado de escándalos arbitrales.
Imer Machado, ex árbitro colombiano y actualmente director de la Comisión Arbitral. / Getty Images / Felipe Caicedo
Por José Borda
El año pasado fue muy malo para el arbitraje colombiano, hasta en las finales hubo polémicas y muchos árbitros fueron cuestionados por sus decisiones que generaron muchas críticas por parte de los aficionados a lo largo de los torneos. Se esperaba que la dirigencia de la Federación Colombiana de Futbol hiciera cambios, pero, al parecer, todo continuará con los mismos y seguiremos en las mismas a lo largo del 2022.
El cambio debía hacerlo el presidente de la Fedefutbol de Colombia, pues es su responsabilidad, con tantos escándalos y problemas, lo mínimo seria que cambiaran a los encargados de la parte técnica, ya que son ellos los directos responsables de la preparación, capacitación de los árbitros de las categorías A, B y FIFA, el principal cambio debía darse por el director del arbitraje, quien es Imer Machado, él es directo responsable. Pero nada, sigue ahí muy campante.
Machado llego a su puesto en la FCF a mediados del 2017 traicionando la causa arbitral que el mismo lideró y que después traicionó. Ramón Jesurún le prometió el puesto y ahí lo mantiene, le delegó esa responsabilidad sin ni siquiera haber hecho el curso alguno de instructor y no es que fuera un árbitro de quilates con respaldo o historial nacional e internacional, su escarapela internacional fue cuestionada en su momento por que fue un privilegiado del instructor del momento que lo llevo “palanqueado”.
Basado en los anteriores antecedentes, los resultados arbitrales no se darán ni local ni internacionalmente mientras él esté al frente de los árbitros en Colombia, pues no es el personaje idóneo.
El arbitraje nacional, desde que Machado está ha sido muy cuestionado en la parte técnica, las dudas que deja el VAR, las designaciones, privilegios y protecciones que le hace a algunos árbitros de su redil, empañan su trabajo. Desde que llegó a ese puesto el casanareño se dejaron atrás los procesos serios, los informes de los asesores en campo, los escalafones claros y justos. Todo se ha convertido en amiguismos y beneficios para los que están de su lado.
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La Comisión técnica que él encabeza y sus asesores culpan ante los directivos de las malas actuaciones a los árbitros, a los colegios e instructores locales, quienes no reciben un peso de la FCF, a todos culpan, menos ellos, que designan mal o designan a los no competentes y de esa manera se atornillan en sus puestos.
El comité ejecutivo, en cabeza de Ramón Jesurún, Fernando Jaramillo y Álvaro González no hace nada para mejorar el arbitraje y delegan las responsabilidades en personajes nefastos como Imer Machado, claro y los clubes profesionales actúan bajo conveniencia de si los benefician o no. Veremos nuevamente a los dirigentes salir a despotricar de los árbitros, pero, en las Asambleas, ni tratan el tema.
No tengo nada personal con los miembros de la Comisión Arbitral, ni contra el señor Machado, ni aspiro a sus cargos, pero vislumbro otra vez un torneo 2022 arbitralmente hablando con muchos escándalos .
