Jorge Gregorio Hernandez y Camila Hernández

El exmagistrado de la Corte Constitucional, José Gregorio Hernández, rechazó que su hija Camila Hernández, quien trabajaba como auxiliar judicial grado 1 de descongestión en el despacho de Jorge Pretelt, sea vinculado al llamado "roscograma" en el tribunal. Aseguró que nunca hizo cabildeo con alguno de los magistrados para la contratación de la joven abogada, de quien dijo está sobre calificada para el cargo que desempeñaba, y anunció que la joven renunció a su cargo

 CARTA ABIERTABogotá, 26 de marzo de 2015Señores periodistas: Envío texto de la carta que mi hija, Camila Hernández Martínez, ha presentado a la Corte Constitucional. Ingresó hace un año, en el cargo de auxiliar judicial, estando académicamente calificada para empleos muy superiores, ignorando por completo cualquier irregularidad o corrupción como las que ahora se descubren, y no tiene capacidad decisoria alguna

 Su vinculación a la Corte se produjo tras catorce años desde que terminé mi período en la Corporación, por su hoja de vida y sus títulos académicos, sin influjo alguno de mi parte

 Cuando dejé la Corte, hace catorce años, era una niña de diez años, y no pensarán ustedes que siendo magistrado y adelantándome al futuro hice uso del mismo para que ahora, después de catorce años, la nombraran

 Una amistosa reflexión: ¿no estamos desviando el tema de lo realmente importante, creando inhabilidades que no están en la ley y convirtiendo en axioma la peregrina tesis según la cual los hijos de quienes fuimos magistrados están condenados a no desarrollar jamás su vocación, ni sus inclinaciones intelectuales? Reciban todos un saludo muy cordial,JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ GALINDO A su turno, Camila Hernández, la hija del expresidente de la Corte, en carta a los magistrados asegura que se vio obligada a presentar su renuncia por las publicaciones que quieren hacer pasar su nombramiento como un "delito" o una "irregularidad" por parte de su padre

 "Envío esta carta, obligada por las publicaciones ofensivas de las últimas horas, que han decidido maliciosamente presentar mi modesto cargo en la Corte como un “delito” o irregularidad de mi padre, frustrando mi deseo personal –en ejercicio de mis derechos constitucionales a trabajar en lo que quiero y a desarrollar libremente mi personalidad-, sin que norma alguna me prohíba desempeñarme en esta o en otra institución. Porque quiero que me muestren la norma que me prohibía, o me prohíbe hoy, presentar mi hoja de vida a la Corte Constitucional. Es como un castigo a los buenos servicios que mi padre -a mucho honor, y para mi orgullo, José Gregorio Hernández Galindo- le ha prestado al país y a la jurisprudencia, con honestidad y decoro

 Cordialmente,CAMILA HERNÁNDEZ MARTÍNEZ