Turmos Ayya, un pueblo de latinoamericanos en Palestina
Tiene apenas 4 mil habitantes pero en sus calles se pueden oír conversaciones en español, portugués, inglés, árabe.
Turmos Ayya, un pueblo de latinoamericanos en Palestina
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Tiene apenas 4 mil habitantes pero en sus calles se pueden oír conversaciones en español, portugués, inglés, árabe.
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Turmos Ayya tiene apenas 4 mil habitantespero en sus calles se pueden oír conversaciones en español, portugués, inglés,árabe, la mayoría de los pobladores tienen raíces en América Latina, muchos deellos son colombianos, como la esposa del alcalde Rebhi Abu Awad, quien nos diola bienvenida.
En la alcaldía hay una mesa en la que se sientan al menos 10 hombres y dos mujeres, expectantes frente a la visita de "paisanos" de un lugar del que tienen pocos pero buenos recuerdos.
Reda Musa, nació en Colombia pero crecióen Palestina y vivió en Estados Unidos, el acento colombiano le parece unacaricia, también le gustan las mujeres y cree que son "las mejores para formaruna familia", pero afirma que los países árabes son mejores para criar a loshijos que Europa y América porque “no hay drogas, ni alcohol y se lesinculca el respeto por los padres y las tradiciones”.
Ashrab Walid volvió hace una década dePanamá, su esposa tiene padres puertorriqueños y su sueño ha sido a criarcaballos árabes, por lo que ahora tiene una escuela equina en sus tierraspalestinas, afirma que se identifica conlos latinoamericanos son más sensibles al dolor de los palestinos: “sonsencillos como nosotros”.
De cerca nos sigue en la conversación Nassar Zuleiman, quien tiene 49 años y hace 3años encontró a sus hermanas por Facebook, con la ayuda de un sobrino que vivíaen California y puedo viajar a conocerlos, como trata de contarlo con el poco español que habla.
Jazmín Alfonso Abdul Rodríguez nació enBogotá, tiene mamá colombiana y papá español, es la más emocionada de vercolombianos en su pueblo, llora de felicidad y de anhelo, afirma que quiereviajar a conocer el país de sus orígenes, pero lo hará cuando sus hijoscrezcan.
Nos invita a su casa en donde vive con suesposo, su hija y uno de sus hijos, el otro está preso por tirarle piedras alos soldados israelíes y el que está ahí no puede trabajar porque ledecomisaron el pasaporte durante un enfrentamiento en el que también resultóencarcelado.
Todos coinciden en que Colombia y losdemás países latinoamericanos en los que muchos nacieron o vivieron duranteaños, son lugares de ensueño, en donde vivieron con tranquilidad y sobre todocon dignidad, Musa afirma que “no hay chequeos, ni problemas, se camina contranquilidad, pero sobre todo es su propio país y se puede levantar la cabeza”.