Líder social afro: una de las labores más difíciles en Cartagena

Ser líder social afrodescendiente, se ha convertido en una de las labores más peligrosas en Cartagena. Defender a capa y espada los derechos humanos de sus comunidades, les ha traído amenazas de muerte y cualquier cantidad de enemigos. 

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“Desde el 2001, estamos amenazados por la labor social que hacemos en las comunidades. Somos 33 líderes de La María, Pasacaballos, La Boquilla, entre otros sectores, los que hemos sido intimidados. Eso nos está ocasionado muchos perjuicios”, manifestó Jackson Becerra del barrio Olaya Herrera, zona suroriental de la ciudad.

La mayoría de estas intimidaciones surgen por las constantes denuncias hechas a las autoridades sobre actos delincuenciales como el microtráfico, hurtos, o disputas de tierras.

“Yo soy formador de formadores, gracias a las amenazas no puedo salir libremente a capacitar a la gente sobre mecanismos de participación comunitaria y legislación comunal. Aquí hay individuos que llegan de otras partes a vender droga, nosotros no queremos que le hagan daño a nuestras comunidades, por el contrario, buscamos crecer”, explicó Becerra.

Jackson dice sentirse abandonado por la Unidad Nacional de Protección (UNP) y las diferentes autoridades competentes. “Esas garantías no las estamos sintiendo, nosotros nos reunimos a cada rato con ellos y ponemos las quejas.

Sin embargo, a pesar que tenemos las denuncias en Fiscalía o Procuraduría, nos dicen que nuevamente deben hacer el estudio. Yo les digo: mi comunidad me cuida más de lo que ellos pueden hacerlo”.

Pese a toda esta situación, la lucha de los líderes por el bienestar de las comunidades afrodescendientes en Cartagena, no se detiene. “Seguiremos haciendo las gestiones para el mejoramiento del barrio, eso no lo podemos descuidar”, sentenció Becerra.

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