Llegada de alias Samir como gestor de paz “pavimenta un camino de sangre”: gobernador de Antioquia
El mandatario departamental responsabilizó al Gobierno Petro de fortalecer a las disidencias tras liberar estructuras de alias Calarcá en 2024.
Andres Julián Rendón, gobernador de Antioquia- foto gobernación
Medellín, Antioquia
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, reaccionó con dureza al nombramiento de alias Samir como gestor de paz por parte del Gobierno Nacional, calificando la decisión como un nuevo avance hacia “un camino de sangre e impunidad” en el país.
Samir —identificado como Sadid Darío Rojas, señalado como jefe del Frente 36 de las disidencias de las FARC y presunto implicado en el ataque de Amalfi en el que murieron 13 policías— fue designado negociador en el marco de la política de paz total, lo que generó preocupación en autoridades locales y sectores políticos.
Rendón sostuvo que la decisión del Gobierno y de la fiscal general Luz Adriana Camargo profundiza la crisis de seguridad que vive Antioquia y aumenta la capacidad de acción de las estructuras armadas ilegales.
El mandatario aseguró que el deterioro actual de la seguridad tiene un punto de quiebre: la liberación de integrantes de las disidencias de alias Calarcá realizada en 2024 bajo el argumento de ser “gestores de paz”.
En su declaración afirmó: “Le siguen pavimentando al país un camino de sangre e impunidad. Desde el 23 de julio de 2024, cuando Petro y su fiscal Camargo decidieron convertir a buena parte de la estructura criminal de alias Calarcá en gestores de paz, las disidencias FARC han crecido en Antioquia un 70%”.
El gobernador agregó que ese crecimiento ha venido acompañado de “innumerables muertos, no solo de pobladores civiles, sino de uniformados, soldados y policías”, lo que, en su concepto, demuestra el fracaso del enfoque actual de seguridad y negociación.
Críticas a la política de paz total
Rendón cuestionó que personas señaladas de crímenes graves, incluidos atentados y homicidios de miembros de la Fuerza Pública, reciban reconocimiento como facilitadores de diálogo. A su juicio, esto envía un mensaje de permisividad a las estructuras criminales y debilita la legitimidad del Estado en los territorios.
El gobernador insistió en que la política de paz total se ha convertido en “un incentivo para la expansión armada”, en momentos en que las disidencias y el ELN aumentan su presencia en subregiones del departamento y disputan corredores estratégicos.
Llamado a la comunidad internacional y exigencia de cambios
Rendón reiteró que decisiones como la designación de alias Samir deben ser revisadas por organismos internacionales, ya que —según él— la seguridad de líderes sociales, campesinos y miembros de la Fuerza Pública se deteriora cada vez más.
El mandatario también ha solicitado en otras intervenciones que autoridades extranjeras, especialmente Estados Unidos, monitoreen la situación y examinen los efectos de la política de gestores de paz en Antioquia.
Mientras el Gobierno Nacional defiende el nombramiento como un paso para avanzar en escenarios de diálogo, el gobernador Rendón sostiene que la medida representa un retroceso para la seguridad del país y un riesgo para las instituciones del Estado.