Nuevos videos del presunto abuso policial en el centro de Bogotá
Muestran cómo, en cuestión de segundos, se generó una riña entre comerciantes y uniformados, tras un llamado a las autoridades por una rumba en espacio público.
Después de que los comerciantes del Chorro de Quevedo, en la localidad de La Candelaria, denunciaron el hecho, se revelaron grabaciones en las que se observa cómo las calles se convirtieron en un verdadero campo de enfrentamiento entre las autoridades y los presentes.
“Creo que era el comandante de turno, y él fue quien vino a armar el problema. En vez de limar asperezas, llegó a empujar a la gente. Ahí golpearon a los comerciantes y a los hijos de los comerciantes como si fueran ampones”, manifestó Henry Niño, líder comunitario y social de la localidad.
Niño también afirmó que el enfrentamiento se dio en medio de un asado que se realizaba para celebrar el cumpleaños de uno de los comerciantes.
“Ese día íbamos a hacer un asadito. Ya la gente había cerrado los negocios, y uno de los comerciantes estaba cumpliendo años. Llegó este sargento, que creo que era el comandante en ese momento, y empezó a empujar a unos muchachos. Ellos le preguntaron: ‘¿Por qué nos empuja?’, y él volvió a tener la misma actitud. Creo que era el comandante”, relató.
Según el testimonio, una persona resultó lesionada durante el enfrentamiento entre los agentes. Cuando el tío de la víctima se acercó a reclamarle al oficial por su conducta, este habría reaccionado con un golpe, dejándolo inconsciente en el suelo.
“Fue el papá del muchacho y el muchacho quienes se metieron porque empujaron a la mamá del señor y al señor. Él intentó defenderse, pero obviamente eran muchos policías, y los que pudieron salir corriendo para no dejarse golpear, se fueron. El señor que le hizo el reclamo al policía era el tío del muchacho al que golpearon. Entonces fueron dos los agredidos, y somos gente de comercio”, agregó Niño.
Por su parte, la comunidad exige que se realicen las investigaciones pertinentes para que se impongan las sanciones correspondientes a los uniformados implicados. De igual forma, la Policía Metropolitana de Bogotá rechazó el comportamiento del agente y anunció la apertura de una investigación disciplinaria.