‘Los Chivos’ no están permitiendo el ingreso de funcionarios de la alcaldía a barrio Mano de Dios

Medellín

La problemática con el grupo ilegal ‘Los Chivos’ en el corregimiento de Altavista, suroccidente de Medellín, continúa, ya que pretenden no dejarse quietar el negocio de los lotes ilegales en esa zona, por lo menos así lo mencionan fuentes de la zona.

A lo que se denunció sobre el constreñimiento de ese grupo a los habitantes del sector que están siendo evacuados por la alerta de la quebrada, se suma nueva información sobre amenazas contra ellos e incluso intimidaciones a funcionarios del distrito que han querido seguir con el proceso. Esta situación estaría ocurriendo específicamente en el barrio Mano de Dios, que es un lugar ubicado a un lado del afluente.

Caracol Radio recibió información, la cual indica que los cabecillas de ‘Los Chivos’, alias Gangán, el Menor y Champeta, habrían ordenado a sus hombres que intimiden con arma de fuego y vocabulario soez a las personas que ya recibieron la ayuda de la alcaldía y que, para no perder su arraigo, alquilaron en la misma zona, pero no en la zona de alto riesgo, les están obligando para que se sumen a las protestas o, de lo contrario, podrían ser agredidas.

Este medio de comunicación también conoció que en este momento la situación más compleja se vive en el barrio Mano de Dios, donde al parecer los ilegales no le estarían permitiendo el ingreso a la zona a funcionarios de la alcaldía que pretenden avanzar con la socialización. En este barrio los ilegales tampoco estarían permitiendo que se negocie con las familias y mucho menos demoler viviendas. Pero lo contrario pasa al otro lado de la quebrada, donde sí se está adelantando la labor por parte de la alcaldía.

Las fuentes relatan que la otra situación es que los cabecillas del grupo también construyeron casas en el barrio Mano de Dios, pero no en zona cercana a la quebrada, pero si en inmediaciones de la escuela del barrio, por lo que no tiene orden de evacuación ni demolición, pero las que ellos les vendieron a las personas sí deben ser derribadas, y es el malestar que se habría generado en el lugar. Porque pagaron por algo que hoy tiene que desaparecer.

La mayoría de los habitantes de la zona saben dónde viven los ilegales, pero nadie se atreve a denunciar porque las consecuencias son graves para quien se atreva, incluso sin importar que existe recompensa de hasta 50 millones de pesos por la detención de alias El Menor, hijo de Gangán.