Gustavo Petro sacude su propio gobierno durante visita al Catatumbo

Tibú.

La visita del presidente Gustavo Petro al municipio de Tibú, en el corazón del Catatumbo, este viernes 9 de mayo, estuvo marcada por declaraciones contundentes, reclamos internos y promesas para la región. A pesar de llegar con más de cinco horas de retraso, el mandatario no se guardó nada en su intervención ante la comunidad, y sus palabras sorprendieron incluso a funcionarios de su gabinete.

El evento, que reunió al alcalde de Tibú, el gobernador de Norte de Santander y varios representantes del gobierno nacional, tomó un giro inesperado cuando el presidente interrumpió el orden del día para dirigirse directamente al director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar. Cuestionó públicamente la participación de funcionarios que ya presentaron su renuncia para aspirar a cargos públicos, recordando que quienes se apartan del gobierno deben ceder el espacio a sus reemplazos. “El que renuncia, se va. Entra el reemplazo que es el que tiene que hablar”, dijo con firmeza.

Pero el llamado de atención no quedó ahí. Petro también confrontó a Bolívar sobre el financiamiento del bono pensional para los adultos mayores del Catatumbo, advirtiendo que si la Corte Constitucional tumba los decretos que aún están vigentes bajo la figura de Conmoción Interior, los recursos dejarían de existir. “No vengo a vender ilusiones. Si la Corte tumba el decreto, no hay dinero. Y eso hay que decirlo con claridad”, expresó el presidente.

El discurso se tornó aún más polémico cuando Petro se refirió al exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, insinuando que estaría buscando su caída en alianza con el ELN. “Leyva habló con el ELN y con otros en Caracas, no para construir paz, sino para tumbar al presidente. Tiene rabia de oligarca”, afirmó, generando revuelo entre los asistentes.

En cuanto a los proyectos viales, Petro reconoció errores dentro de su equipo de gobierno, al señalar que se desatendieron las necesidades del Catatumbo para priorizar obras como la vía 4G Ocaña-Gamarra. “Mi ministerio falló cuando no ejecutó la orden del presidente de invertir la pirámide”, dijo, en referencia al cambio de enfoque que buscaba priorizar las zonas históricamente olvidadas.

Durante la jornada también se anunciaron avances significativos en materia de tierras. La Agencia Nacional de Tierras entregó títulos de propiedad a 370 familias campesinas, mientras que otras 300 recibieron resoluciones de inicio, con entrega prevista en los próximos tres meses. Además, se formalizarán 2.000 predios, se constituyó una Zona de Reserva Campesina de 50 mil hectáreas en 61 veredas y se anunciaron acciones específicas para la protección del pueblo indígena Barí, incluyendo la asignación de 32 mil hectáreas y convenios con cada resguardo.

El presidente insistió en que la declaratoria de Estado de Conmoción Interior en la región fue una decisión estratégica para salvaguardar a la población campesina y enfrentar de raíz las causas estructurales de la violencia. “No se trata solo de reacción, sino de una estrategia político-militar pensada para transformar el territorio”, concluyó.