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Hay un pueblo en Colombia que no celebra la Navidad en diciembre, sino en febrero ¿Por qué?

La celebración de la Navidad en febrero es una forma de mantener viva la identidad cultural de la comunidad y recordar las luchas de sus antepasados.

Navidad en Colombia. Imagen de referencia vía Getty Images. / Canas Arango

En Colombia, la Navidad se celebra con una gran variedad de tradiciones como la Noche de las Velitas, la Novena de Aguinaldos, la Nochebuena, el Día de los Inocentes, entre otras.

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Aunque la fecha principal de esta celebración es el 25 de diciembre, al igual que en muchos otros países del mundo, en nuestro país existe un pueblo que celebra la Navidad a mediados de febrero y con un Niño Dios negro, debido a una tradición que tiene sus raíces en la época colonial y está vinculada a un hecho histórico muy particular.

Pueblo en Colombia que no celebra la Navidad en diciembre

Se trata del pueblo de Quinamayó, un caserío a unos 20 kilómetros del centro de la localidad de Jamundí, en el Valle del Cauca, que celebran la Navidad 46 días después de la fecha tradicional y justo después del final de la temporada de cosechas. Con una procesión en el que la gente lleva en andas un Niño Dios negro, acompañado de cantos y bailes tradicionales, los habitantes de Quinamayó le dan el inicio oficial a la temporada navideña.

La razón de que se celebre la Navidad el 16 de febrero es principalmente porque justo en esa fecha se cumplen los 45 días de la dieta que guarda una mujer luego del parto. Según explicó al diario EFE, Holmes Larrahondo, coordinador de esta festividad: “El nacimiento del Niño Dios es el 25 de diciembre, pero en nuestras comunidades negras tenemos la creencia que hay que guardar la dieta (cuarentena) de la mujer que da a luz a su hijo, entonces no celebramos la Navidad en diciembre, sino en febrero”.

¿Por qué celebran la Navidad en febrero?

Conviene mencionar que, según esta población de unos 6000 descendientes de esclavos negros, esta fecha también fue escogida por motivos que se remonta a las épocas de la esclavitud. Fue así como en 1891, los esclavos decidieron celebrar la Navidad en febrero como una forma de simbolizar su libertad.

Durante el período de la Colonia, las autoridades de la región impusieron ciertas fechas para la celebración de las festividades religiosas. No obstante, los habitantes de Quinamayó, que en su mayoría eran campesinos, no podían celebrar en diciembre debido a que en esa época se encontraban en plena cosecha de maíz, caña de azúcar y yuca, lo que les impedía participar de estas celebraciones.

Es por esto que, la comunidad comenzó a celebrar la Navidad en febrero, cuando ya habían terminado la cosecha y otras actividades relacionadas con el trabajo agrícola. Esta costumbre se fue transmitiendo de generación en generación, “nosotros decidimos esa fecha después de los 45 días que María puede bailar con nosotros”, agregó Larrahondo.

Hoy en día, esta tradición sigue viva en Quinamayó, y la Navidad en ese pueblo se celebra con una mezcla de tradiciones católicas y costumbres locales. Una de ellas es que el Niño Dios es acompañado por dos madrinas y un padrino que, en palabras de Norfi Daniela Viáfara, una habitante del pueblo, es algo muy auténtico que resalta su “identidad como negros”:

“Es una identidad que no se pierde (...) que cada día renace, porque en ella están las personas que ya murieron y los que son más adultos. Pero seguimos siendo los niños y los jóvenes los que queremos siempre conservar esta tradición”.

La celebración de la Navidad en febrero es una forma de mantener viva la identidad cultural de la comunidad y recordar las luchas de sus antepasados.