¿Por qué tenemos pesadillas? Esto dicen algunos expertos

Las pesadillas son una experiencia común que puede dejar a cualquiera con una sensación de inquietud al despertar. Pero, ¿por qué las tenemos? Según los expertos, las pesadillas podrían tener un propósito más profundo de lo que imaginamos.

La función evolutiva de las pesadillas

De acuerdo con Deirdre Barret, psicóloga de la Universidad de Harvard, las pesadillas podrían haber evolucionado como una herramienta para ayudarnos a enfrentar peligros potenciales.

En tiempos ancestrales, soñar con situaciones amenazantes podría haber preparado a los antepasados para reaccionar ante amenazas reales, como ataques de animales salvajes o invasiones de tribus rivales.

El cerebro en modo de resolución de problemas

Otra hipótesis, propuesta por Rosalind Cartwright, profesora emérita de psicología en el Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago, sugiere que las pesadillas podrían ser una forma en que el cerebro se enfoca en problemas que necesitamos resolver.

Durante el sueño, el cerebro procesa emociones y experiencias, y las pesadillas podrían ser una manifestación de este proceso, ayudándonos a enfrentar y superar miedos y ansiedades.

Pesadillas postraumáticas

Incluso las pesadillas postraumáticas, que pueden ser extremadamente perturbadoras, podrían haber tenido una función adaptativa en el pasado. Según la Dra. Barret, estos malos sueños recurrentes podrían haber mantenido a los ancestros en alerta constante ante peligros persistentes, aumentando sus posibilidades de supervivencia.

¿Cómo puedo evitar las pesadillas?

Evitar las pesadillas puede ser un desafío, pero hay varias estrategias que pueden ayudarle a reducir su frecuencia y severidad:

• Mantenga una rutina de sueño regular: Ir a la cama y despertarse a la misma hora todos los días puede ayudar a regular su ciclo de sueño y reducir las pesadillas.
• Cree un ambiente de sueño relajante: Asegúrese de que su dormitorio sea un lugar tranquilo y cómodo. Evite la luz brillante y el ruido excesivo.
• Evite comidas pesadas y estimulantes antes de dormir: Consumir alimentos pesados, cafeína o alcohol antes de acostarse puede interferir con su sueño y aumentar la probabilidad de tener pesadillas.
• Practica técnicas de relajación: Actividades como la meditación, la respiración profunda y el yoga pueden ayudarle a reducir el estrés y la ansiedad, que son factores comunes que contriibuyen a las pesadillas.
• Lleve un diario de sueños: Anotar sus sueños y pesadillas puede ayudarle a identificar patrones y desencadenantes. Esto también puede ser útil si decide hablar con un profesional de la salud mental.
• Hable con un profesional: Si las pesadillas son frecuentes y afectan su calidad de vida, considere hablar con un terapeuta o psicólogo. La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de ensayo en imaginación (IRT) son tratamientos efectivos para las pesadillas recurrentes.
• Mantenga una buena higiene del sueño: Asegúrese de que su rutina antes de dormir sea relajante. Evite el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse.

Tenga en cuenta que implementar estos hábitos puede ayudarle a tener un sueño más tranquilo y reducir la incidencia de malos sueños.

Finalmente, aunque las pesadillas pueden ser aterradoras, la ciencia sugiere que podrían desempeñar un papel crucial en la supervivencia y bienestar emocional. Al comprender mejor por qué ocurren, se puede aprender a manejarlas y quizás incluso a utilizarlas a su favor.