Internacional

Ruanda: el nuevo paradigma de la migración post-pandémica

Reino Unido y Ruanda firmaron un tratado que incentivaría la expulsión de migrantes ruandeses, sólo por derecho de no contribuir a estatutos de ayuda económica a la población extranjera; por lo pronto en Londres.

KIGALI, RWANDA - DECEMBER 05: UK Home Secretary James Cleverly and Rwandan Foreign Minister Vincent Biruta sign a new deal on a reworked asylum scheme in Kigali, Rwanda on December 05, 2023. (Photo by Cyrile Ndegeya/Anadolu via Getty Images)

KIGALI, RWANDA - DECEMBER 05: UK Home Secretary James Cleverly and Rwandan Foreign Minister Vincent Biruta sign a new deal on a reworked asylum scheme in Kigali, Rwanda on December 05, 2023. (Photo by Cyrile Ndegeya/Anadolu via Getty Images) / Anadolu

Londres

Tras la reunión que tuvieron hoy martes los ministros de Interior de Reino Unido, James Cleverly, y de Exteriores de Ruanda, Vincent Biruta, un marco de decisiones están dibujando nuevos dinamismos de la migración posterior al año 2020; y trata básicamente en el derecho de los Estados, no propiamente radicales de extrema derecha o izquierda, en expulsar ciudadanos por su origen.

Lo anterior se ciñe a la polémica política de Londres, que busca reducir la inmigración, luego que se convirtiera en uno de los objetivos del primer ministro británico Rishi Sunak, que en términos comparativos, es todo lo opuesto al reconocido ‘Estatuto temporal de protección de migrantes venezolanos’ del expresidente colombiano Iván Duque.

Ruanda tiene el primer lugar de ciudadanos suyos que han pedido asilo al Reino Unido, pero que incluso el Tribunal Supremo de Justicia de ese país no encuentra legal, el pacto de legalización que hace que esas solicitudes de ingreso a la nación europea, se devuelvan, y sean esos ciudadanos africanos nuevamente enviados a Ruanda. Lo que sería más puntualmente un plan de inmigración, más no de migración y estatuto de ingreso.

Esto comienza a recordar los años 2011 y 2012 que ciudadanos, sólo por el hecho de ser sirios, eran expulsados de países como Jordania, Líbano, Israel y Turquía; y para no irnos tan lejos de latitudes, lo que han vivido desde 2019 migrantes venezolanos en países de la región (como Brasil, Panamá, Perú, República Dominicana y Ecuador), que no han podido implementar políticas de acogida para esa diáspora, ni tampoco encontrar ayudas económicas de potencias u organismos multilaterales.

Volviendo al tema ruandés, ese país tan conocido por el genocidio perpetrado en 1994, fue el primer foco de movilización desde el corazón africano a potencias europeas y de Oriente Próximo, buscando protección; y si bien ha pasado más de una década y a pesar del boom económico de ese pequeño país africano a través de su presidente Paul Kagame, organizaciones pro Derechos Humanos, continúan denunciando su gobierno, por las detenciones arbitrarias y desapariciones de opositores políticos, que han incentivado aún más las solicitudes de asilo a Reino Unido.

Todo lo anterior da muestras de una creciente diáspora ruandés, que tan sólo en este 2023, alrededor de 20 mil personas provenientes de ese país han cruzado África, El Mediterráneo y posteriormente el Canal de la Mancha, para llegar al Reino Unido ilegalmente, y así engrosar los últimos datos que ya se contabilizan en número récord de 745 mil originarios de Ruanda, tan sólo en Londres en 2022.

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