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Más de 40 mil MiPymes de Bogotá han cancelado su matrícula mercantil durante el 2023

Las personas naturales cancelan un 69,7% de matrículas, en comparación con el 30,3% de las personas jurídicas.

Empresas en Bogotá

Bogotá

Según un informe de la Veeduría Distrital, el tejido empresarial de Bogotá se ha visto afectado por un preocupante incremento en las tasas de destrucción de pequeñas y medianas empresas (Pymes). De acuerdo con datos del Banco de la República, a agosto de 2023, Bogotá y Cundinamarca representan el 99,5% de las cancelaciones de matrícula en el país, con 9 de cada 10 empresas que cierran siendo microempresas. El Observatorio de Desarrollo Económico de Bogotá reporta que, hasta la misma fecha, 41.892 empresas han cancelado su matrícula mercantil.

El sector servicios enfrenta una dinámica empresarial más volátil, siendo responsable del 55,6% de las cancelaciones en 2022, según la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB). La vulnerabilidad de los empresarios más pequeños se refleja en que las personas naturales cancelan un 69,7% de matrículas, en comparación con el 30,3% de las personas jurídicas.

A pesar de que muchas empresas cancelan su matrícula mercantil, no necesariamente desaparecen, sino que transitan a la informalidad. Según Portafolio (2022), Bogotá tiene una tasa de informalidad del 36,8%, siendo menor al promedio nacional pero aún alta.

La Veedora Distrital, Viviana Barberena, destaca la necesidad de mejorar la articulación de estrategias y esfuerzos para la reactivación económica. Recomienda a la alcaldía diseñar exenciones tributarias para empresarios y emprendedores más pequeños, reduciendo su vulnerabilidad e incentivando la salida de la informalidad, lo que podría impactar positivamente en la baja movilidad empresarial.

Aunque Bogotá y Cundinamarca concentran el 32% del tejido empresarial colombiano, la falta de datos y estudios sobre el tejido empresarial bogotano dificulta el análisis de los factores que determinan la supervivencia o muerte de una empresa. Se hace imperativo estudiar y detallar el tejido empresarial en un contexto de reactivación económica postpandemia.

Para abordar este reto, se propone fomentar la creación y consolidación de clústeres empresariales, así como espacios de co-creación y difusión de buenas prácticas empresariales. Es esencial avanzar en la ejecución de la meta 118 de financiación de MiPymes, que cuenta con $96.034 millones de pesos, pero cuyo alcance a junio no es adecuado.

El bajo alcance de los programas orientados a emprendedores y microempresarios implica la pérdida de esfuerzos distritales. Mejorar la promoción e incentivos dirigidos a esta población es crucial para aumentar la cobertura, alcance y trascendencia de estos programas. Se hace necesario estimular la articulación interinstitucional entre entidades que aborden la mortalidad empresarial y entre plataformas dispuestas para los empresarios, como el directorio de MiPymes.