El amor al servicio, a la profesión y a los hijos, madre bombero en Armenia

Armenia

Sandra Puentes Henao, de 50 años de edad, es bombero línea de fuego del Cuerpo Oficial de Bomberos de la ciudad. Nació en La Victoria, Valle del Cauca. Tiene dos hijos y 40 años viviendo en la capital del Quindío. Su decisión de ser bombero la tomó por la vocación de servir

“Yo decidí ser bombero porque siempre me ha gustado servir. Siempre ha tenido como la vocación y dicen que no debe tener un 50/50, 50% de vocación y 50% de ganas de servir y yo creo que yo tengo ese 50/50, entonces yo hace muchos años pertenecí a la Cruz Roja, siempre me ha gustado servir y de un momento a otro dije quiero ser bombero y me decidí ser bombero y míreme aquí estoy y nada, pues dicen que es muy duro, que es difícil, pero nada se compara con la adrenalina que sentimos en el momento. Es nuestro trabajo, es el bien para nosotros y pues mal para otros, porque desafortunadamente siempre atendemos casos incidentes en donde muchas personas en los incendios pierden su casa, su hogar, sus objetos, todo o en un accidente, en un deslizamiento, pues siempre es doloroso, pero para nosotros es un placer hacerlo con amor y servicio”.

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Su rutina empieza muy temprano puesto que alterna su labor de trabajo con la de ser madre

“La rutina es un poquito pesada porque hay que madrugar, dejar pues todas nuestras labores en casita para salir, dejar nuestros hijos, a las 7:30 a. m. debemos estar llegando a nuestro sitio de trabajo que es el Cuerpo Oficial de Bomberos, llegar aquí, a las 8:00 a. m. recibimos nuestro turno y allí empezamos la rutina del día a día, las emergencias, nuestro entreno, nuestro estudio, nos estamos esforzando por ser mejores personas cada día y dar lo mejor que nosotros tenemos y lo que aprendemos, lo que sabemos a la comunidad que es como la otra parte, somos dos familias, familia que dejamos en casa y la familia que llegamos a compartir 24 horas”.

La bombero asegura que ser madre es un orgullo y que el poder compartir con sus hijos y verlos crecer es un regalo de Dios

“Para mí ser madres es un orgullo, es como el placer más grande que podemos sentir las mujeres, pues lo más importante de ser madre es compartir con sus hijos, verlos crecer es algo pues que no tiene cómo manifestarse, para mí es el regalo más grande que Dios nos ha podido dar como mujeres”.

Lo más difícil para ella es alejarse de sus hijos mientras trabaja, sin embargo, el amor de madre se convierte en amor al servicio

“Bueno, lo más difícil es, para nadie es un secreto que trabajamos 24 horas. Alejarse uno 24 horas de la casa, de sus hijos, si son pequeños, aun siendo grandes, es un poquito difícil. Ahí es donde vamos a comparar mis dos amores, el amor por la profesión y el amor a ser madre, hay que mirar cómo los dejamos bien para poder salir a hacer nuestra labor, a continuar nuestra labor, también haciéndolo con el mayor amor y la dedicación”

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El mensaje que Sandra le envía a las mamás en su día es a no abandonar a los hijos y estar atentas a lo que necesiten

“A todas las madres feliz día, que Dios las bendiga, que siempre cuidemos nuestros hijos. No los abandonemos, hoy por hoy debemos estar más al pendiente de ellos. Sean pequeños o sean grandes, igual, nuestro rol de madres es de toda la vida, entonces un feliz día para todas y que Dios las bendiga”

Sandra estuvo 23 años en el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ´Ciudad Milagro´ y actualmente lleva ocho años en el Cuerpo Oficial de Bomberos de Armenia presta a atender emergencias sin dejar que se apague la llama de amor por su familia.

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