La reapertura de frontera y la esperanza de reactivación

Cúcuta

Después de siete años de distanciamiento político, comercial, social la reapertura de frontera genera grandes expectativas en Norte de Santander para una región que afrontó una dura recesión económica y que vio lentamente como su dependencia con el vecino país se desplomó.

La pérdida de más de diez mil empleos entre directos e indirectos, el cierre de cinco mil empresas, sumado a los problemas que derivó el cierre en materia de inseguridad y violencia, hoy se miran como un hecho que provocó una dura crisis económica, de violencia, y pobreza para la región.

Desde el comité intergremial a través de su presidente Carlos Luna este hecho es “trascendental dentro del proceso de recuperación económica que se quiere implementar, retomar la viabilidad de un puerto seco entre Cúcuta y San Antonio del Táchira que genere una nueva dinámica o un valor agregado a este proceso, además de la reactivación de muchos sectores productivos que estaban en cero y que tienen la esperanza que estos nuevos lazos puedan mover sus cajas registradoras”.

Indicó que “hoy lo más importante es generar confianza entre los dos países y esto parte del restablecimiento comercial entre las dos naciones, la designación de los embajadores y luego de los cuerpos consulares le va a dar todo el crédito a este buen comienzo y con una alta responsabilidad de los dos lados”.

El empresario dijo que la reapertura comenzará con el movimiento del transporte de carga, que tendrá cinco vehículos de lado y lado del puente internacional Simón Bolívar como inicio a esa actividad. Posteriormente vendrá el movimiento aéreo proyectado para la primera semana del mes de octubre.

Aún es prematuro el número de volúmenes que se van a empezar a mover por los puentes internacionales, pero se espera que en la medida que se pongan en marcha los tramites aduaneros, las agencias que comprometen los procesos de exportación lentamente se iniciará una nueva vida económica para la región desde ese ángulo comercial.