¿Es posible aplicar en Colombia el concepto de la ciudad de los 15 minutos?

El profesor franco-colombiano Carlos Moreno recibió en París el premio Obel 2021 otorgado por la fundación danesa Henrik Frode Obel, que honra y reconoce las contribuciones arquitectónicas excepcionales al desarrollo humano.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, estuvo presente en la ceremonia y mencionó el ejemplo de Medellín como una ciudad que fue capaz de transformarse a pesar de los problemas estructurales y donde los ciudadanos lograron retomar el control de sus vidas tras décadas de violencia.

Caracol Radio conversó en exclusiva con Moreno, quien es profesor asociado en la Universidad de la Sorbona y asesor en temas urbanos de la alcaldía de París. El colombiano ganó el premio por su trabajo en el desarrollo del concepto de la "ciudad de los 15 minutos", que propone convertir la proximidad y el uso de lo local como vías hacia ciudades sostenibles que garanticen la calidad de vida de los ciudadanos y el correcto funcionamiento económico en armonía con el ambiente.

¿A qué se debe el éxito que ha tenido el concepto de la ciudad de los 15 minutos y qué tanto influyó la pandemia en darle visibilidad a esta filosofía?

El éxito mundial de esta propuesta obedece primero a que ha habido una toma de consciencia frente al cambio climático, la necesidad de vivir con menos emisiones de dióxido de carbono; segundo, que la alcaldesa de París construyó su campaña electoral basada en este concepto de la descentralización de las proximidades para que funcionen con mejor calidad de vida y tercero; la pandemia llegó demostrando que teníamos razón, que es necesario vivir de forma distinta, con mayor proximidad, con comercios locales, menos autos, más zonas verdes, más vida peatonal. La pandemia nos impide hacer cosas que esta filosofía sí permite hacer.

Con el contexto y la dinámica de la pandemia parece más fácil aplicar esos conceptos de proximidad, pero en un escenario sin esas limitaciones y restricciones, ¿es aún posible?

Ha habido una transformación muy fuerte en la mentalidad de la gente; la primera gran transformación es el trabajo porque la pandemia nos permitió comprender que el tiempo existe, que el tiempo útil, personal, familiar, social, espiritual, de creatividad existe y ese tiempo es algo que las nuevas generaciones ya han interiorizado como también lo han hecho con la necesidad de vivir de una forma amable con el ambiente.

Es un fenómeno mundial; grandes, medianas y pequeñas ciudades han adoptado esta hoja de ruta. Más allá de la pandemia, vivir en las proximidades reinventa la economía, la ecología y el impacto social y realza la fuerza de los bienes comunes de los comunes urbanos.

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Muchas veces se cree que estas ideas revolucionarias no son aplicables en contextos como el latinoamericano. ¿Cuál es el desafío para lograrlo?

Muchas preguntas hoy en día vienen desde América Latina sobre cómo implementar este concepto de las proximidades y cuando veo, por ejemplo, el entusiasmo del alcalde de Buenos Aires, Horacio Larreta (...) 10 barrios están en transición a convertirse en ciudades de 15 minutos.

En Colombia es igualmente posible ponerlo en práctica, pero hay que darle su plenitud: ecología, proximidad, solidaridad, participación ciudadana y bien común, que es incompatible con corrupción clientelismo, violencia y sectarismo. Tenemos que recuperar el bien común como algo fundamental para poder proponer más equidad y más calidad de vida.

¿Colombia está preparada en este momento para ir hace la aplicación del concepto de la ciudad de los 15 minutos?

Colombia vive un periodo muy difícil en su historia porque estamos viviendo una situación de violencia, de paramilitarismo, de corrupción, de mafias de drogas ilícitas y esto no es posible en un modo de vida en el que queremos darle a la ciudadanía mayor implicación, mucha más fuerza a los gobiernos locales y al bien común, una presencia con los servicios públicos de proximidad, pero es una posibilidad para construir un camino diferente al de la centralización, la corrupción y la violencia.