Alianza entre Farc y paramilitares sería la causa de la inseguridad en Puerto Asís
En el caso particular del atentado de principios de enero en su contra, el alcalde insistió en que se investiguen motivos políticos.
El alcalde de Puerto Asís en el departamento del Putumayo, Mauro Toro, advirtió que la delicada situación de orden público que se vive en su municipio sería consecuencia de una alianza entre guerrilleros del Frente 48 de las Farc y bandas derivadas del paramilitarismo unidas para controlar el negocio de la droga. El alcalde quien tiene un hijo secuestrado desde hace más dos años y este mes fue víctima de un violento atentado que acabó con la vida de su nieto, dijo que en ese municipio las estrategias de seguridad del Estado no han cumplido con sus propósitos. El mandatario advirtió que durante las últimas semanas se han registrados varias muertes de comerciantes del municipio. En el caso particular del atentado de principios de enero en su contra, el alcalde insistió en que se investiguen motivos políticos. El mandatario local dijo que continuará en su cargo hasta el final del periodo dentro de once meses, sin embargo, está tramitando asilo en el exterior para su esposa y su hijo. Paramilitares advirtieron en 2006 al gobierno que las bandas emergentes se saldrían de controlDurante el proceso de paz con los paramilitares en 2006, los jefes de esos grupos advirtieron al gobierno que en los próximos años Colombia sufriría la violencia de las bandas emergentes. Así se lo dijo en una carta privada alias ‘Ernesto Báez’ al comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, desde la Cárcel de Máxima seguridad de Itagüí. En la carta conocida por Caracol Radio, fechada el 28 de diciembre de 2006, el desmovilizado paramilitar Iván Roberto Duque Gaviria, le advertía al gobierno que 20 jefes paramilitares de la primera línea de mando están por fuera del proceso, acompañados por 500 segundos comandantes y cerca de mil mandos medios. En el documento el paramilitar asegura que el gobierno tenía conocimiento del “rearmen y la retoma de territorios por parte algunos miembros de las autodefensas”, y mientras tanto le decía al país que el proceso marchaba por el camino del éxito. Báez cuestiona al comisionado de paz sobre “¿Por qué en sus declaraciones, no se refiere a las zonas donde el paramilitarismo nuevamente sienta sus reales?” y con poéticos adjetivos señalaba que la semilla paramilitar estaba esparcida y viva en los campos colombianos. También advertía sobre el riesgo de mantener “más de veinte mil desmovilizados en total estado de inactividad expuestos a la oferta de crimen”, representado en organizaciones dispuestas a copar espacios abandonados por el narcotráfico y la extorsión. Según el paramilitar, hoy preso en una cárcel de Estados Unidos, el proceso iba rumbo al fracaso porque al gobierno solo le intereso recoger y contar armas. Sin importar que estarían haciendo en los próximos años. Según Báez el gobierno estaba cantando victoria sobre un proceso lleno de ficción
