Ex congresista detenido logra, por tutela, que le asignen el juez de su preferencia

Por la vía de la tutela, el ex congresista Luís Alfonso Almario, detenido tanto por la masacre de la familia Turbay Cote y sus escoltas, como por la parapolítica, logró que el Consejo de la Judicatura seccional de Cundinamarca asignara un juez pedido por el propio procesado. El fallo, que equivaldría a un nuevo 'choque de trenes', "deja sin valor ni efecto" una decisión de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, que ordenó que el juicio a Almario por la muerte de los Turbay se adelantara por un juzgado Penal del Circuito de Bogotá, por considerar que en el Caquetá no hay garantías de independencia e imparcialidad para juzgar al ex congresista. Entre las razones que invoca la Corte, se expresa que en el departamento del Caquetá la influencia de la guerrilla de las Farc es evidente y notoria, lo que se constituye en una circunstancia excepcional que amenazarían la independencia del juez para resolver el pedido de 'control de legalidad' de la detención de Almario. Precisamente la acusación de Almario radica en la supuesta participación determinante en el crimen del representante Diego Turbay Cote, su madre Inés Cote, y otras cinco personas que los acompañaban en una carretera al norte de ese departamento, el que habría sido ejecutado por las Farc. La judicatura ordena, en el fallo de tutela, que el procedimiento lo adelante exclusivamente el Juzgado Primero Penal del Circuito especializado de Florencia, Caquetá, donde Almario ha ejercido y ejerce una influencia política que durante muchos años lo mantuvo en el Congreso de la República, hasta que renunció para salir de la jurisdicción de la Corte Suprema. La decisión de la Judicatura de Cundinamarca fue preparada por el magistrado ponente Germán Londoño Carvajal, quien se desempeñara como asesor de la Cámara de Representantes entre noviembre de 2002 y el mismo mes de 2004, como cuota del grupo político en el que milita Almario. El fallo de tutela afirma que en el Caquetá ha bajado las tasas de homicidio con ocasión del conflicto armado y actualmente es una región mucho más segura que Antioquia, Tolima, Bogotá, Valle, Cundinamarca y Nariño.