Gobierno argentino abarata medicamentos para pacientes crónicos

BUENOS AIRES.---Unos 14 millones de argentinos con enfermedades crónicas tendrán descuentos de hasta el 70 por ciento en sus medicamentos gracias a un plan del gobierno que hará que los seguros médicos financien ese beneficio para los pacientes.
La medida significará un ahorro de más de 320 millones de pesos (112 millones de dólares) al año para los beneficiarios de seguros médicos que padecen asma, hipertiroidismo, enfermedad de Parkinson, hipertensión arterial o insuficiencia cardíaca, entre otras patologías.
"El pago de los medicamentos es una cuota mensual, porque los pacientes los tienen que usar de por vida, así que esto le hace ahorrar mucho dinero a la familia", dijo a periodistas el ministro argentino de Salud, Ginés González García.
El gobierno busca que muchos argentinos que padecen patologías crónicas no se vean obligados a abandonar su tratamiento por falta de dinero para comprar los medicamentos, en un país en el que casi la mitad de la población se encuentra en la pobreza.
"En el caso de los enfermos crónicos, se debe evitar por todos los medios la discontinuidad en los tratamientos, porque ello afecta los derechos de las personas y el bienestar de las familias a las que ellas pertenecen", dijo el presidente Néstor Kirchner ante la prensa al presentar las medidas.
Los seguros de cobertura médica estaban obligadas a pagar hasta el 40 por ciento del valor de los medicamentos de enfermos crónicos, por lo que se incrementarán sus costos con la nueva normativa que los obliga a cubrir el 70 por ciento del valor de los medicamentos.
González García explicó que la medida se pudo tomar porque "las obras sociales (seguros médicos) nacionales han mejorado un poco sus ingresos y están volcando los recursos en sus afiliados. Inversión del Estado, (no hay) nada"
Pero el plan no contempla a los cerca de 14 millones de argentinos -sobre una población total de 36 millones- que, según medios periodísticos, no poseen seguro médico y que para su atención sólo pueden recurrir a los hospitales públicos, que muchas veces cuentan con escasos insumos y personal.
Para aliviar la situación de quienes no tienen cobertura médica o se encuentran en la pobreza, el gobierno argentino lanzó un programa de distribución gratuita de medicamentos a fines de 2002, a la vez que promovió el uso de remedios por el nombre de las drogas, para lograr que la gente pague menores precios de los los que fijan los laboratorios de renombre.