Han pasado más de dos años del crimen de tres investigadores del CTI en el departamento de Nariño, quienes fueron incinerados. Sus familiares tratan de entender por qué los agresores actuaron con tanta sevicia.

El 11 de julio de 2018, los familiares de los investigadores Wilington Alexánder Montenegro Martínez, Douglas Dimitry Guerrero Medina y Yair Alfonso Montenegro fueron sorprendidos con la peor noticia de sus vidas, no solo el asesinato de sus seres queridos, sino el estado en que el quedaron sus cuerpos cuando regresaban a Pasto procedentes de Tumaco, donde cumplían una misión en medio de el agudo recrudecimiento del conflicto armado por cuenta de las disidencias y la temida estructura Oliver Sinisterra del extinto alias ‘Guacho’.

Los investigadores, amigos entre sí, deportistas y padres de familia, sabían el riesgo al que se enfrentaban a diario, pero como sus familias, quizá no imaginaron que su final estuviera marcado por la sevicia. Fueron asesinados con armas largas y posteriormente quemados, según informó en su momento el entonces director de medicina Legal Carlos Valdez.

Después de este tiempo de ausencia, sus familias y compañeros de trabajo, como en los primeros días después de su asesinato, tratan de entender lo que sucedió.

Por el crimen de los tres funcionarios nariñenses esta semana fue imputado alias ‘Cherry’, uno de los determinadores, según el director de fiscalías en la región, Julio Padilla.

En julio pasado, por este caso, también le fueron imputados cargos similares a Diego Fernando Castillo Taicus, alias ‘Mi Perro’, presunto integrante del grupo armado organizado Oliver Sinisterra.