Cerca de mil personas se movilizaron por las calles de Manizales
Los manifestantes se volcaron a las calles para protestar y arengar en contra del gobierno. Los camioneros estuvieron apoyados por otros gremios trabajadores.
Caldas
Camioneros, volqueteros, taxistas, transportadores escolares, centrales obreras y hasta empleados de los bancos se volcaron esta mañana a la avenida Santander de Manizales para marchar en contra de las políticas del presidente Juan Manuel Santos y hasta de sus jefes inmediatos.
La marcha arrancó a las 10:00 a.m. y recorrió toda la troncal hasta llegar a la carrera 22 en el sector de fundadores para seguir hasta la Plaza de Bolívar, punto de finalización.
La movilización tuvo cerca de mil personas, las cuales arengaron, incluyendo groserías al presidente Santos, el Ministro de Transporte Jorge Eduardo Rojas y el vicepresidente Germán Vargas Lleras.
Los camioneros siguieron con su lucha por una tabla de fletes, reducción en precios de combustibles, chatarrización entre otros puntos.
Esta vez los transportadores no estaban a bordo de sus vehículos pesados, pues el objetivo es seguir inmovilizándolos hasta lograr el objetivo de que el gobierno seda y les mejore sus condiciones laborales.
A la orden que dio Santos de militarizar las carreteras, los camioneros le respondieron al gobierno mostrando, con la mano alzada, las llaves de sus vehículo para simbolizar que esta es la única arma que tienen “No somos delincuentes, somos trabajadores y tampoco nos ganamos la vida empuñando armas”, gritaban en las arengas.
Mientras la marcha avanzó las quejas llovieron desde varios sectores. Centrales obreras advirtieron de despidos y parálisis en la producción de empresas como Mabe, Skinco Colombit, entre otras.
Los transportadores escolares arengaron en contra de Santos por la política con que según ellos busca monopolizar este servicio. Por su parte los taxistas y volqueteros apoyaron puntos como precio de combustibles con los que se basaron para apoyar esta marcha.
Finalmente los empleados de los bancos denunciaron abusos y presiones desmedidas de sus jefes para obligarlos a cumplir con metas altas en su producción a cambio de no ser despedidos.
