Empresarios siderúrgicos respaldan arancel del 35% al acero importado
La decisión fue adoptada por el ministerio de Comercio y está orientada a proteger empleo y producción nacional
Las empresas siderúrgicas y sus sindicatos, están al frente de la organización del foro. Foto | Acerías Paz del Río
Empresas del sector siderúrgico y metalmecánico expresaron su apoyo unánime a las medidas del Gobierno para garantizar una competencia justa en la industria del acero, defendiendo así el empleo, la sostenibilidad y la producción local.
En un encuentro realizado en la planta de producción de Diaco, 105 empresarios entregaron cartas de respaldo a la ministra de Comercio, Industria y Turismo, Diana Marcela Morales Rojas.
El gesto respalda un decreto en trámite que elevará al 35% el arancel a la importación de 14 subpartidas arancelarias del sector, con el fin de contrarrestar importaciones a precios artificialmente bajos que distorsionan el mercado.
El sector privado enfatizó que esta decisión es esencial para salvaguardar una industria estratégica, clave para la reindustrialización, la transición energética y la descarbonización, prioridades del presidente Gustavo Petro.
Daniel Rey, director de la Cámara de Productores de Acero de la Andi, afirmó: “El Ministerio entiende los procesos económicos de la industria. Estamos en la misma página con el Gobierno en este sentido”.
La ministra Morales valoró el respaldo empresarial y reiteró el compromiso del Gobierno por trabajar de manera articulada con la industria. “El acero es un insumo fundamental para la transición energética, la movilidad sostenible, la infraestructura y la vivienda. Perder esta capacidad productiva por una competencia basada en precios distorsionados sería renunciar a un sector estratégico. El presidente Gustavo Petro ha sido claro: no hay crecimiento con equidad ni transición energética posible si un país renuncia a su base industrial”, declaró.
Durante la reunión, se analizaron cifras que revelan una reducción del 5,3% en la demanda interna este año, impulsada por la desaceleración en construcción y obras civiles, junto con una caída sostenida de precios por importaciones baratas.