Fundación Manos de Amor: educación con empatía en los barrios más vulnerables de Cali
Desde hace ocho años, esta iniciativa liderada por voluntarios busca transformar la infancia a través del juego, el amor y la formación en valores.
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Por: Paula Jiménez
En sectores vulnerables de Cali, como Siloé, El Calvario o Polvorines, la Fundación Manos de Amor ha construido una red solidaria que cada semana lleva actividades lúdicas, apoyo emocional y formación en valores a niños y niñas de entre 0 y 14 años.
“La idea es brindarles momentos felices y, al mismo tiempo, formar futuros líderes para sus comunidades”, cuenta Yasmín Gutiérrez, psicóloga y fundadora del proyecto.
Este nació hace ocho años como una iniciativa personal de Gutiérrez y su familia, quienes desde siempre realizaron labores sociales en barrios populares. Con el tiempo, y gracias a su carrera profesional en psicología en la Universidad San Buenaventura, logró consolidar una propuesta educativa que combina voluntariado, afecto y acompañamiento constante.
“Muchos de estos niños llegan sin haber comido, sin elementos básicos como pañales o leche. Eso fue lo que me impulsó a estructurar algo más grande”, explica Gutiérrez. Así, el voluntariado se convirtió en la base de Manos de Amor. Aunque no cuentan con un equipo fijo, cada actividad cuenta con la participación de decenas de personas que ofrecen tiempo, recursos o conocimientos.
Las actividades principales se realizan todos los domingos, con énfasis en fechas especiales como el Día del Niño, Navidad o vacaciones. Sin embargo, la fundación también implementa procesos formativos continuos con los niños inscritos, que son al menos unos 100.
Aquellos que participan de forma constante reciben incentivos, como salidas pedagógicas o actividades especiales, que refuerzan su compromiso y motivación.
“Nos enfocamos en empoderar a los niños, en que sepan quiénes son, lo que valen y que puedan proyectar su futuro”, señala Gutiérrez. Aunque la fundación trabaja directamente con los menores, también se desarrollan ocasionalmente escuelas de padres, para extender ese aprendizaje a los hogares.
Manos de Amor ha tejido alianzas con otras organizaciones sociales y empresas, lo que permite sostener los programas a lo largo del año. Además, promueven que los donantes entreguen personalmente sus aportes, para generar un vínculo directo entre quienes ayudan y quienes reciben el apoyo.
Actualmente, uno de los principales enfoques es el fortalecimiento de la identidad y los valores en la infancia como una herramienta para transformar realidades. “Cuando un niño recibe atención y cariño, entiende que es valioso. Y eso lo impulsa a esforzarse más”, concluye Gutiérrez.
Quienes quieran vincularse pueden hacerlo como voluntarios o a través de donaciones, siempre cumpliendo con protocolos de seguridad para proteger la integridad de los menores. “Ayudar a un niño, aunque sea a uno solo, ya es cambiar una vida para siempre”. Esa es la filosofía que mueve cada paso de Manos de Amor.