
Eliminar el proceso de cocción en la fabricación de los bloques y crear una mezcla que reutiliza desechos provocados por las operaciones de la compañía marcan la diferencia en la elaboración de estos ecobloques. | Foto: Ecopetrol
Ecopetrol transformó 21 toneladas de residuos en 5.000 ecobloques
Con el objetivo de reducir su huella ambiental y fomentar la economía circular, la empresa desarrolló, en la Refinería de Barrancabermeja, una técnica con la que transformaron 21 toneladas de residuos industriales en materiales, sin emitir dióxido de carbono.
Los cambios en la legislación ambiental a nivel internacional, sumados al aumento de la conciencia colectiva sobre la sostenibilidad, han llevado a que cada vez más empresas impulsen acciones concretas para mitigar su impacto ecológico.
Ecopetrol, por ejemplo, empezó desde hace varios años a implementar estrategias para reducir su impacto ambiental, apalancándose, entre otras cosas, en el aprovechamiento de residuos domésticos y de construcción hasta materiales derivados del tratamiento de agua captada del río Magdalena, catalizadores gastados y aceites industriales, propios de su operación.
Es que, según cifras de la compañía, en el 2024, por ejemplo, generaron 295.373 toneladas de residuos, incluyendo 87.694 toneladas de residuos peligrosos y 207.679 toneladas de residuos no peligrosos
La idea, más allá de la responsabilidad ambiental o la movilización de recursos, es desarrollar soluciones prácticas que pueden transformar las operaciones cotidianas en proyectos ambientales innovadores.
En 2022, en la Refinería de Barrancabermeja, comenzó el proyecto de producción de ecobloques fabricados a partir de estos residuos, sin necesidad de hornos que emitan gases contaminantes. Estos son elaborados de forma manual, emplean escombros, lodos de clarificación de agua y cemento en su composición.
Hasta la fecha, se han producido 5.000 unidades que se utilizan a pequeña escala dentro de las instalaciones en, por ejemplo, jardines, puntos ecológicos y casetas de vigilancia.
“Llevábamos tres años buscando opciones para disponer adecuadamente los escombros. Los compromisos de Ecopetrol en materia de reducción de emisiones nos impulsaron a encontrar alternativas para diferentes tipos de residuos. También estamos trabajando en establecer estándares de calidad para evaluar su uso fuera de nuestras instalaciones”, explica Gladys Monsalve, jefa del Departamento de Gestión Integral de Riesgo Operacional en la Refinería de Barrancabermeja.
El proceso de fabricación, cuenta, comienza con la selección del material, que debe cumplir con una granulometría específica. Es decir, un tamaño de partícula determinado.
Luego se realizan pruebas para establecer las proporciones adecuadas de residuos de construcción, lodos de clarificación y cemento. La mezcla se realiza manualmente y se prensa en moldes, también manuales. Finalmente, los bloques se dejan secar hasta estar listos para su uso. Todo este proceso manual es el que marca la diferencia.
“Una de las problemáticas ambientales de esta región son los ‘chircales’, donde se elaboran ladrillos mediante cocción, lo cual genera altas emisiones a la atmósfera. Estos ecobloques no requieren cocción, por lo que podrían convertirse en una alternativa incluso comercial para esas empresas”, señala Monsalve.
El desarrollo no solo representa una solución sostenible dentro de la operación industrial de Ecopetrol, sino que podría sentar un precedente importante para el sector de la construcción en Colombia. De acuerdo con la compañía, los ecobloques pueden llegar a ser una alternativa viable, económica y limpia en la fabricación de materiales, ayudando tanto a las empresas como al país a mitigar sus emisiones.
“Estamos generando una cultura interna orientada a que el impacto de nuestras operaciones sea cada vez menor. Una acción nos lleva a otra, y así es como las sociedades vamos evolucionando en nuestro compromiso ambiental”, concluye Monsalve.



