Con fortaleza: así defiende la lideresa Alba Luz Trigos a las mujeres violentadas del Catatumbo

El Catatumbo, Norte de Santander, es una región que por años ha sido azotada por el conflicto armado, dejando como resultado la promoción de diferentes tipos de violencia como el desplazamiento forzado, asesinatos, amenazas, extorsiones y violaciones, especialmente a las mujeres.

La firma de los Acuerdos de Paz en 2016 con la extinta guerrilla de las FARC, no trajo completa tranquilidad para este territorio nacional, pues de acuerdo con la Fundación Ideas para la Paz, la extorsión y el secuestro aumentaron considerablemente, por ejemplo, en 2023 se reportaron entre enero a julio 11 secuestros y 35 extorsiones. Por su parte, con la salida de este grupo al margen de la ley, el Catatumbo fue tomado por las disidencias de las FARC y el ELN.

Asimismo, continúan los hechos violentos hacia mujeres perpetrados en su mayoría por el conflicto armado. Según lo documentado en el Observatorio de Memoria y Conflicto (OMC) del Centro Nacional de Memoria Histórica, existen registros de 255 casos de violencia sexual cometidos por paramilitares, donde los municipios más afectados serían Tibú con 88 casos; Teorama con 59; San Calixto con 42; El Tarra con 30 y; Ocaña con 20.

“Les encantaban las mujeres embarazadas y las mataban después de que las violaban”, expresó una mujer al Centro de Memoria. “Cómo les parece que les veían la barriguita y les encantaba, y saben qué decían: que la patilla (barriga) era buena”, agregó otra en un taller sobre violencia sexual en Ocaña.

Alba Luz Trigos, una lideresa que defiende a capa y espada a las mujeres víctimas en el Catatumbo

Nacida en la región del Catatumbo, específicamente en el municipio de Ocaña, a sus 54 años, Alba Luz Trigos recuerda que toda su vida ha sido una líder al servicio de la comunidad, completando más de 30 años ayudando a quienes más lo necesitan.

Sin embargo, ser una lideresa se convirtió en su vocación y convicción de vida, sobre todo al ver los horrores que genera el conflicto armado en las mujeres que terminan siendo violentadas de diferentes maneras. Es por ello, que hace 5 años fundó la Red de Mujeres del Catatumbo, un proyecto que busca fortalecer la protección de mujeres con el fin de cesar los actos de violencia en contra de este grupo poblacional.

Para llevar esta propuesta a cabo, a la organización se han unido 120 lideresas que trabajan por salvaguardar a 600 mujeres aproximadamente: “Recibimos cerca de 12 casos a la semana, nuestro trabajo es apoyarlas para orientar los casos y defender sus derechos. Nos llevamos a las víctimas a dormir, incluso, a nuestras casas, mientras la institucionalidad duerme”, aseguró en entrevista.

Gracias a la gestión de este colectivo, en seis años de funcionamiento se han atendido 3.000 casos en los que se brindó un acompañamiento a la víctima tanto jurídica como psicosocial, así como se ha ejercido paulatinamente un rol transformador en una comunidad considerada por muchos como machista.

Con su trabajo, Alba Luz Trigos espera seguir impactando positivamente a las mujeres de esta región y a pesar de las amenazas que la obligan a mudarse constantemente, poder construir una casa refugio para que las mujeres víctimas de la violencia tengan un espacio seguro lejos de quienes las agreden.