Perspectivas 2025: economía, seguridad, gobernabilidad y política internacional

En Hora20 el último especial de Navidad y último programa del 2024 para analizar lo que viene para el país en el 2025 en términos de gobernabilidad, movimientos políticos, economía y orden público. Una mirada a los temas clave para el próximo año y a los escenarios que nos enfrentaremos los colombianos.

Lo que dicen los panelistas

Para María Alejandra Villamizar, periodista, columnista en El Espectador y analista, un reto en el 2025 es transitar la polarización como sociedad, “la cercanía de las elecciones va a generar una conversación aguda y agresiva”. Manifestó que otro reto será la justicia, los procesos que lleva a cabo y lo que pueda pasar en términos políticos a nivel internacional y el desempleo para los colombianos”. Insistió que ante el proceso electoral los partidos políticos jugarán un papel importante dentro de los cálculos, pues serán las instituciones encargadas de conformar listas, enfrentar responsabilidades, pero que al tiempo es una de las instituciones más desprestigiadas.

En seguridad dijo que la legitimidad de procesos de paz está muy bajita, “ese panorama es difuso al entender el objetivo de procesos de paz. El concepto de negociación de paz es marginal”.

Jorge Mantilla, politólogo, PhD en criminología, columnista y experto en dinámicas del conflicto, manifestó no ser optimista frente a lo que pueda pasar durante el 2024, “es evidente que este presupuesto 2025 va a afectar la capacidad de la fuerza pública mucho más en lo que venía siendo afectada”. Explicó que en los últimos 10 años las FF. MM.  Perdieron el 25% de sus efectivos en número de hombres, “hay 175 mil hombres, mientras que en 2014 estábamos 220 mil”, detalló. De otro lado, dijo que la capacidad en el poder aéreo es otro factor, equipos mayores, logística, operatividad, helicópteros, “entonces el recorte presupuestal y estancamiento tendrá repercusión en seguridad y defensa”.

Insistió que el 25 será un año donde se profundizará la fragmentación de las organizaciones armadas, “seguirá la disputa entre armados y el impacto humanitario. En lo urbano la percepción de inseguridad crece asociado al crecimiento imparable que tienen fenómenos como extorsión”.

Para Nicolás García, exgobernador de Cundinamarca, el año que viene trae enormes desafíos, “no soy optimista frente a la polarización porque parece que hay un manual en quienes tienen aspiraciones presidenciales que jugarán al que más polariza”. Destacó que ojalá alguien catalice y tenga diferencial frente a la polarización, “un poco lo que veo es que la ejecución y la acción será importante. Será el tercer año del gobierno: salud, economía y seguridad será lo fundamental”.

Resaltó que al iniciar la campaña, todos va a tener intereses diferentes, “bancadas viendo cómo juegan sus congresistas, el Gobierno viendo cómo enfila baterías. Todo comenzará en febrero, apenas regrese el Congreso”.

Sobre los escenarios de cara al segundo año de los mandatarios locales, dojo que la gente pide resultados a todo gobernante, “el tema de alcaldías y gobernadores se pide resultados y en gran parte depende de soluciones de trabajo en equipo con el gobierno nacional”.

Thierry Ways, ingeniero, empresario, columnista en El Tiempo, planteó que el 2024 cierra con una cosa que se llamaría como la luz al final del túnel, “tras dos años de economía resentida, parece que tocamos fondo y que estuviéramos saliendo del problema. Cifras de crecimiento son mediocres, pero son menos malas que antes”. Resaltó que hay un freno de mano en la economía para el 2025 y que son los problemas fiscales y de finanzas públicas, los que empezarán a generar problemas, “se han prendido alarmas graves sobre regla fiscal y se habla de recortes muy grandes”-

Manifestó que las señales de alerta en macroeconomía pueden avocarnos a un 25 y 26, con tasas de interés más alta, tasas de cambio poco competitivas para importadores, y eso hará las cosas más difíciles. De otro lado, dijo que la postergación de la aprobación de reforma a la salud puede implicar ganar un espacio en el que no esté tan segura la aprobación.