Gemidos en el tenis: ¿por qué se producen y en qué benefician al deportista?
Entérese de todas las explicaciones por las que los jugadores acompañan sus golpes con gritos.
Rafael Nadal. (Photo by Andy Cheung/Getty Images) / Andy Cheung
En algunas disciplinas se puede escuchar a los deportistas emitir sonidos guturales durante movimientos que les generen algún tipo de esfuerzo. En el tenis, no es raro que los jugadores y las jugadoras realicen gemidos debido al trabajo físico que implica lanzar la pelota.
Antiguamente, en los partidos de tenis el principal sonido que se podía apreciar era el de la pelota impactando las cuerdas de la raqueta, sin embargo, en la actualidad la gran mayoría de tenistas gritan en ciertos momentos de sobreesfuerzo.
Estos gritos, generan controversia en el mundo del tenis, muchos rivales han llegado a quejarse por tener ante sí a un jugador o jugadora que genera muchos ruidos durante el duelo.
Seguir leyendo:
¿Qué dice la ciencia sobre estos gemidos?
La ciencia explica este tema desde dos puntos diferentes: la del jugador que grita y la del jugador que se enfrenta a un contrincante que grita, porque el grito puede mejorar el rendimiento de los golpes y a su vez producir desconcentración en el rival.
De cualquier manera, el hecho de gritar favorece de manera evidente al jugador emisor.
- Influencia en el jugador que grita: El grito se produce con el fin de exhalar aire al mismo tiempo que el abdomen se contrae, lo que provoca una mecánica de golpeo mucho más potente y permite una mayor velocidad en la pelota.
- Efecto negativo en el oponente: Los gritos sirven para esconder el tipo de golpeo que se va a realizar. A pesar de advertir visualmente el tipo de golpeo, la señal auditiva logra aturdir al rival. Existen trabajos experimentales que demuestran que, cuando los tenistas gritan, pueden distorsionar o neutralizar cierta información auditiva útil para el contricante. Se estima un retraso de 30 milisegundos en la capacidad de respuesta en pista cuando hay presencia de un estímulo auditivo adicional.
Resulta muy curioso que en un deporte tan tradicionalmente respetuoso como el tenis, en donde los jugadores reclaman el mayor silencio posible por parte de los espectadores, sean los mismos deportistas quienes acaban con este silencio sepulcral por medio de sus gritos.
