Washington DC

Los estados republicanos lideran las contrataciones en Estados Unidos en sectores donde en su mayoría los trabajadores son migrantes. La política y la economía pareciera que aquí no van de la mano.

Recientemente el diario The Washington Post clasificó los 50 estados de Estados Unidos por sus tasas de contratación y llama la atención una tendencia: Los estados rojos, es decir, republicanos, están contratando más rápido que los estados azules, los demócratas. Los estados que lideran estas contrataciones son Alaska, Wyoming y Montana, con contrataciones por encima del 60 por ciento.

La explicación de expertos es que muchos de los estados que contratan más rápido tienen las tasas impositivas más bajas del país, y se apoyan en industrias  como la minería o el petróleo, sectores que también contratan en su mayoría a migrantes para estas labores.

Ahora bien, la contratación más rápida no indica una economía más dinámica. Un estudio de un grupo privado de análisis de datos, llamado Economic Innovation Group, encontró que la rotación de empleados es alta, es decir, así como se contrata, renuncian. Y estos estados rojos cuentan con menos sindicatos, no tienen un salario mínimo fijo y tienen los pagos más bajos del país. Pero casualmente estos estados republicanos son los que predican mayores controles migratorios en Estados Unidos, pero los que más necesitan y usan esta mano de obra.

Los niños migrantes, que han estado llegando a los Estados Unidos sin sus padres en cantidades récord, están terminando en algunos de los trabajos más penosos del país, según descubrió una investigación del New York Times. Esta fuerza de trabajo en la sombra se extiende a través de industrias en todos los estados, burlando las leyes de trabajo infantil que han estado vigentes durante casi un siglo.

Menores de hasta 9 años trabajan como techadores en Florida, en mataderos de Mississippi y aserrando tablones de madera en turnos nocturnos en Dakota del Sur.

Migración en cifras en EE.UU.

De acuerdo con el Consejo de Inmigración Estadounidense, hoy el 14 por ciento de los residentes de Estados Unidos son nacidos en el extranjero, es decir, 22,9 millones de personas, más de la mitad de los cuales son ciudadanos estadounidenses naturalizados.

Uno de cada siete residentes del país es un inmigrante, mientras que uno de cada ocho residentes es un ciudadano estadounidense nativo con al menos un padre inmigrante.

Los inmigrantes constituyen una parte importante de la fuerza laboral del país y representan más de las dos quintas partes de todos los trabajadores agrícolas, pesqueros y forestales, así como una cuarta parte de los que trabajan en informática y ciencias matemáticas.