México se la jugó y decidió apostar por la paz de Colombia

Ciudad de México

En noviembre del año pasado cuando el presidente Gustavo Petro estuvo reunido con el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, se decidió por el más alto nivel político el apoyo a la paz de Colombia y desde ese momento México se convirtió en un país garante de los diálogos entre el gobierno colombiano y el ELN y con ello ser la sede del segundo ciclo de diálogos que se convirtió en un reto porque era una carrera contra el tiempo. Así lo explica Roberto De León, Coordinador para Asuntos Políticos y Mantenimiento de la Paz de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

“Fue un reto porque todo se organizó en un tiempo muy breve porque todo fue a final de año y ya las delegaciones llegaron el 10 de febrero. Eso implicó varias reuniones para temas logísticos, administrativos y de seguridad propios de un proceso de este tipo”.

Después de un mes de acoger a las delegaciones del gobierno colombiano y del ELN en territorio mexicano, este país dice misión cumplida.

“Nuestro objetivo principal se cumplió que eran dar las facilidades y las garantías a las partes”.

En México existe una larga tradición de buscar la solución pacífica de las controversias, de facilitar procesos de negociación cuando así es requerido y para Roberto De León, Coordinador para Asuntos Políticos y Mantenimiento de la Paz de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, comparten con nuestro país el anhelo de construir un futuro mejor.

“Que sigan contando con nosotros y le daremos un seguimiento puntual a este proceso que continuará en el tercer ciclo en Cuba y nosotros estaremos ahí presentes acompañando estos esfuerzos”.

En estos procesos es importante tener paciencia y tener flexibilidad y por eso México decidió apostar por la paz de Colombia.